Estuvimos en campaña electoral, todo fueron promesas, espero que las apliquen y no queden en el olvido como en la anterior legislatura, pues gobernáis los mismos.

Los políticos, para que merezcan nuestro respeto, tienen que comportarse dignamente. Mantener la palabra dada y cumplir con su deber, que no es otro que responder con hechos.

Según el artículo 25 de la Constitución, todos los españoles somos iguales ante la ley. Resumiendo, que nadie es más que nadie sobre todo por cuestiones de genealogía. No hay razas superiores, ni apellidos que sirvan a alguien de salvoconducto. Yo me hago esta pregunta, ¿qué ley?

A Asturias, ¿quién la negocia como autonomía? ¿El señor Areces?

Señor Areces, póngase las pilas pues la nuestra, y a usted le consta, es de las que menos privilegios disfruta y no es demagogia, yo se lo demuestro con ejemplos. Lo que sí creo, señor Areces, es que ustedes los políticos nos subestiman y se creen que lo único que sabemos al salir de casa es parar cuando el semáforo está en rojo y pasar cuando está en verde.

Pues no, señor Areces, somos una comunidad de seres inteligentes, capaces y sobre todo dignos, ¡ténganos en cuenta!

Su gobernabilidad nos atañe a todos, sobremanera al más desamparado. No es exclusivo el gobernar para usted y los suyos.

Llevan muchos años en la poltrona para que su ego y presuntamente sus intereses personales estén a buen recaudo.

Y todo esto lo tiene ¡no lo olvide!, gracias a los sufridos asturianos, que pagamos más impuestos que nadie ¡sean transparentes! Y se lo demuestro:

Impuesto de sucesiones: pagamos hasta el último euro, le citaré las comunidades que por su buena gobernabilidad están exentas: País Vasco, Navarra, Murcia, Madrid, La Rioja, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Cantabria, Baleares, etcétera. Esto nos atañe a todos, sobremanera a esos padres a los que tanto sacrificio les costó tener un piso. Si sus hijos lo heredan... déjenles disfrutarlo en paz, ya que si no pagan este vergonzoso impuesto se queda el Estado con el citado piso.

Es del clamor público la vacuna de nombre comercial Gardasil, previene el cáncer de cuello de útero, vagina, vulva, ano u orofaringe. Cáncer del que mueren 750 españolas al año, es después del cáncer de mama, el segundo más frecuente en mujeres entre 13 y 14 años, su costo es de 470 euros, pero al igual que lo anterior, la tenemos que costear nosotros, mientras que en el País Vasco, Navarra, La Rioja, Cantabria, Canarias, Ceuta, Melilla, Castilla y León, la están suministrando gratuitamente en los colegios y ambulatorios.

La podemos poner por nuestra cuenta, faltaría más, pero usted me dirá, señor Areces, ¿cómo? Con padres en paro, sueldos bajos, hipotecas, etcétera.

Por fin tiene usted una idea. Que recurran a los abuelos, hay que compartir, y yo me pregunto ¿el qué?

¿No es indigno tan siquiera pensarlo?, con las pensiones deleznables de las que disfrutan, ¿o usted no está en el mundo diario en el que vivimos? Es otro el suyo, ¿verdad? El mundo de Yupi.

¿A esto le llama trabajar por Asturias?, señor Areces, las leyes las aplican según les convengan. Nos menosprecian y esto es propio de quien es débil por naturaleza e ignorante por pereza.

Para los políticos que nos gobiernan lo importante siempre queda en el más absoluto silencio.

Sólo le pido, señor Areces, que mande a sus amigos de Madrid el balance de situación de esta comunidad y si tiene que enfrentarse a ellos, ¡hágalo!

Emplee con conciencia y responsabilidad el dinero que recibe y marque bien las prioridades, prescinda de tanto séquito y piense que la juventud es el futuro y no la deje emigrar de este paraíso natural que es Asturias.

No corra un estúpido velo y afronte el problema sanitario, que nuestras niñas necesitan con urgencia de esa vacuna, y si no es capaz de llevar a cabo tantas y tantas cosas que necesita Asturias, avíseme.

Porque diré lo que Kafka: «Para el mundo que yo me bajo».

Chelo Arrojo

Pola de Siero