Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

El Ayuntamiento de Mieres se encontró a mediados de la década de 1920 con un problema muy grave para la época. El concejo perdió una serie de derechos sobre pastos ganaderos en Lena, quedando la cabaña local sin unos montes que se antojaban indispensables para cubrir sus necesidades. La solución al problema surgió de manera inesperada. Una hacendada familia leonesa sacó a subasta en 1926 un monte próximo a Las Ubiñas. En total, las fincas sumaban en conjunto más de 10 kilómetros cuadrados de extensión. Mieres pujó y logró adquirir los terrenos. Desde entonces, el puerto Pinos es el principal pastizal de Mieres. Han pasado desde entonces 85 años y la presencia de los ganaderos mierenses en León ha ido generando paulatinamente críticas y recelos en los pueblos de la zona. El malestar ha llegado a tal punto que la Asociación Montañas de Babia ha exigido a la Junta de Castilla y León la expropiación forzosa del monte. Si bien de momento la citada administración no ha iniciado ningún tipo de tramitación en ese sentido, sí maneja ya una valoración de los terrenos. 841.000 euros.

Lo cierto es que los pueblos leoneses de Babia cada vez rugen más fuerte contra Mieres. El presidente de la citada asociación vecinal, el abogado Carlos González-Antón, defiende que «con la Constitución en la mano se puede demostrar que un Ayuntamiento no tiene competencias fuera de su ámbito municipal». Además, el conflicto territorial surgido en el puerto Pinos ya no sólo está circunscrito al pastoreo. La reciente celebración en el polémico monte de un concurso de caza organizado por la Sociedad Canina Asturiana ha intensificado las protestas de los leoneses. El malestar de los vecinos no responde sólo al hecho en sí de la organización del encuentro cinegético, destacan que hay un constante abuso por parte del Ayuntamiento de Mieres. De hecho, González-Antón considera que se está menospreciando la cultura y costumbres leonesas, además de vulnerarse la competencia administrativa de los ayuntamientos de la zona sobre los terrenos. La lista de quejas es cada vez más extensa y podría recogerse en los siguientes seis puntos:

l Sobre explotación ganadera: Los pueblos de Babia sostienen que los pastos de Pinos están sobre explotados. «Mieres siempre ha subido las reses que ha considerado oportuno», explica Carlos González-Antón. Este abogado recuerda que pese a que el monte es propiedad del Ayuntamiento mierense, los ganaderos locales tiene derechos históricos de uso.

l Temporada de pastos. Los ganaderos leoneses rechazan que el Ayuntamiento de Mieres quiera imponer un periodo concreto para la utilización del pastizal. A su juicio, esa potestad recae sobre los ayuntamientos de la zona, «que son los que tienen las competencias».

l Irregularidades urbanísticas. La Asociación Montañas de Babia denuncia que los ganaderos asturianos han edificado, a su juicio, de manera irregular, más de treinta cabañas en Pinos. «Algunas de estas edificaciones son casi segundas residencia, en las familias pasan buena parte del verano», denuncia González-Antón. Los vecinos también critican la apertura de pistas y la presencia de una minicentral eléctrica en las proximidades de Casa Mieres. También están en contra de los vallados de las fincas.

l Vertidos de aguas fecales. Los pueblos leoneses apuntan que las cabañas ganaderas de Pinos no cuentan con saneamientos: «Las aguas fecales se vierten directamente a los arroyos y hay que recordar que este enclave se encuentra integrado dentro del Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa».

l Saneamientos ganaderos: León sostiene que las reses asturianas de Pinos no siempre han cumplido con los requisitos sanitarios. Si bien esta queja se remonta años atrás en el tiempo, la plataforma de afectados asegura que en los límites del monte se han llegado a enterrar vacas fallecidas a causa de la encefalopatía espongiforme bovina, enfermedad popularmente conocida como el mal de las «vacas locas».

l Fiestas y romerías: La Asociación Montañas de Babia denuncia que el Ayuntamiento de Mieres no tiene competencias para organizar actividades lúdicas en el puerto Pinos: «Con la legislación en la mano, si sucediera algún incidente en estas celebraciones la responsabilidad recaería sobre el Ayuntamiento de San Emiliano, al que pertenecen los terrenos de Casa Mieres, que llegado el caso se vería obligado a asumir posible indemnizaciones».

La Asociación Montañas de Babia focalizan su malestar en el Ayuntamiento de Mieres, pero también entienden que el municipio defienda sus intereses: «Están en su derecho, el problema es la inacción de las administraciones leonesas, que han estado años mirando para otro lado».