El Ayuntamiento de Mieres quiere promover la conversión en huertos ecológicos de espacios degradados y abandonados próximos o pertenecientes a zonas urbanas. La iniciativa ha sido promovida por el grupo municipal socialistas y respaldada por el resto de fuerzas con representación en la Corporación.

La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Mieres, Diana González, sostiene que este tipo de iniciativas contribuirían a mejorar la «imagen» del concejo recuperando ambientalmente suelo en estado de abandono. «Además de ofrecer una ocupación a personas a las que les guste trabajar con la tierra, la propuesta tendría también un impacto visual muy positivo», añadió.

El Gobierno local de IU, al igual que PP y FAC, ha visto con buenos ojos la iniciativa y se ha comprometido a desarrollarla. El vicealcalde del concejo, Manuel Ángel Álvarez, advirtió no obstante al PSOE de que las actuaciones se abordarán gradualmente y en función de la disponibilidad económica de cada momento.

La intención del Ayuntamiento de Mieres es localizar espacios sin uso dentro del casco urbano o en sus alrededores para reconvertirlos en pequeños huertos en los que los vecinos pueden cultivas plantas florales o incluso productos de consumo alimenticio. La iniciativa promovida por el PSOE cuenta con el respaldo que iniciativas similares han tenido en otros zonas del país y cada vez es más habitual descubrir huertos ecológicos en las grandes ciudades. Lo habitual, no obstante, es que sean las propias asociaciones de vecinos las que den el primer paso para solicitar a su ayuntamiento la cesión de parcelas o terrenos desocupados para el cultivo de huertos ecológicos urbanos. También, esta moda o solución de autoabastecimiento ha arraigado en algunas comunidades de vecinos. En el caso de Mieres, es la propia administración local la que quiere promover esta actividad.

Lo cierto es que la demanda de huertos urbanos se ha extendido en los últimos años hasta llegar a los rincones más sorprendentes. En grandes ciudades como Nueva York el proyecto se está consolidando y en numerosos tejados de rascacielos crecen tomates, lechugas, berenjenas y plantas aromáticas como la salvia y la albahaca, que tienen suficiente con el agua de la lluvia. La experiencia, llevada a cabo por la Fundación Earth Pledge, pretende colorear de verde los tejados de la ciudad y aliviar la presión del paisaje urbano.