La suerte del "cenizu"

José Azaustre, vendedor de la ONCE en Aller, que llevaba diez años sin dar ningún premio importante, reparte en el concejo 1,74 millones de euros en unos días

La suerte del "cenizu"FERNANDO GEIJO

- A ver cuando nos das un premio, "cenizu".

Esa broma le gastaban a José Manuel Azaustre Garrido, alias "Jimmy", en los establecimientos hosteleros de Aller cuando llegaba con sus billetes colgados al cuello. El vendedor de la ONCE que se encarga de las localidades de Moreda y Caborana reconoce que se había ganado la "mala fama" a pulso, ya que llevaba diez años sin dar un premio "gordo". Hasta hace una semana, cuando imprimió con su máquina una papeleta de "Eurojackpot" agraciada con 100.000 euros. Ya en racha, el pasado sábado dio la campanada: repartió en el concejo siete cupones premiados con 20.000 euros cada uno, además de 300.000 euros para un único acertante junto al "Sueldazo" de cinco mil euros al mes durante veinte años. Un total de 1.640.000 euros que le han quitado a "Jimmy" de golpe la fama de "cenizu".

Le han quitado la fama y le han puesto una sonrisa de oreja a oreja. "Tardé mucho en enterarme, no lo supe hasta esta mañana (por ayer), afirmó Azaustre, un vendedor muy querido en el concejo. Entró en la ONCE hace diez años y siempre se ha encargado de Moreda y Caborana, aunque la suerte no estaba de su lado: "Ya me decían que si lo que yo vendo toca en la Argentina", bromeó.

No, no toca en La Pampa. Los 100.000 euros del Eurojackpot los dejó en Caborana y, ayer, se encontró por la calle con un familiar del agraciado: "Ven acá, que te damos un abrazo", le gritaron Rubén Yagüe y Jesús Ordóñez desde la panadería Miravalles. Aseguraron que la alegría por "Jimmy" es "muy grande, porque es un gran chaval y siempre tiene una broma a mano para alegrarte el día". Unos metros más allá, lo esperaban en una terraza con ganas de celebrar. Le dieron unos aplausos.

El premio del viernes también quedó en el concejo. El boleto de 300.000 euros y el "Sueldazo" cayeron en la localidad de Boo. Todos los cupones se vendieron por el municipio, mayoritariamente en Moreda: "Es una satisfacción muy grande", afirmó Azaustre. Los agraciados son clientes habituales que "me han sido fieles durante toda la década, aun cuando no daba premios".

Con más sonrisas y con más abrazos que de costumbre, pero Azaustre hizo su trabajo ayer como todos los días. Recorrió el bajo ayer desde Campera hasta la plaza de la Iglesia de Moreda durante la mañana. Comió en un bar, eso sí que fue una excepción para celebrarlo, y siguió por la tarde por la calle de la Estación y por Caborana. Ya casi al final del recorrido, llegó a la farmacia de la localidad: "Hoy no me diréis que lo mío toca en Argentina", saludó "Jimmy" a las trabajadoras desde la puerta.

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