Valdediós (Villaviciosa),

Mariola MENÉNDEZ

El monasterio de Valdediós albergará la primera casa de formación, o noviciado, en lengua española de la comunidad de San Juan en nuestro país. El padre Juan de Dios señala que está previsto que en septiembre u octubre lleguen al cenobio maliayés ocho jóvenes, que actualmente residen en Francia, para realizar su noviciado. Llegarán acompañados de un sacerdote y dos hermanos profesos, que sumados a los tres monjes actuales (más el cisterciense padre Massimo Marianella), habitarán el monasterio 14 religiosos.

La primera visita de los novicios será en agosto; llegarán como turistas para participar en un campo de trabajo. Una de las prioridades, según el padre Juan de Dios, será restaurar algunas partes del monasterio, como la reparación humedades y pinturas. Como la mayoría de estos jóvenes son latinoamericanos, deberán regresar a Francia para regular su situación en España.

El objetivo de este noviciado en el monasterio de Valdediós es acoger a los jóvenes de países de lengua hispana para «no desenraizarlos» como ocurriría si se trasladan directamente a Francia. El prior, Tarsicio Lemarie, señala que varios jóvenes españoles y algún asturiano se han interesado por la comunidad de San Juan y tendrán un período que les permitirá conocer la forma de vida de los religiosos. La presencia de la comunidad en el mundo cada vez es mayor. A las casas de México y España (la de Valdediós) se sumará pronto una en Cuba y, en un futuro, en Argentina.

El padre Juan de Dios es el nuevo responsable de la hospedería del cenobio maliayés. Este alicantino que reside en Valdediós desde hace un mes señala que, de momento, «la hospedería funciona un poco limitada. Funciona con clientes que tienen cierta autonomía porque conocen el lugar». El padre Juan de Dios, que manifiesta sentirse «maravillado con el paisaje y descubriendo a la gente, que es muy amable», señala que pretende «respetar la trayectoria y procurar que exista una coordinación con el Círculo Cultural de Valdediós», que ayer presentó la programación de esta temporada. «En principio, tenemos las puertas abiertas para que se sientan bien acogidos», apunta.

Una de las actividades más destacables es el ciclo «Atardeceres musicales», que se presenta bajo el título de «El barroco y las vanguardias: contraste entre dos épocas». El primer concierto será mañana, a las ocho de la tarde. El resto de las actuaciones están previstas para cada sábado de agosto, a la misma hora. El «Programa de la palabra» incluye conferencias sobre el medio rural, Severo Ochoa y Francisco Grande Covián, el arte en la cultura africana, las nuevas órdenes en la Iglesia y recitales de poesía.