Pola de Siero,

Manuel NOVAL MORO

Los responsables de la Sociedad de Gestión y Promoción del Suelo de Asturias (Sogepsa) han asegurado que la entidad no es quien ha puesto el precio a las fincas expropiadas para construir el polígono industrial de Bobes. Contestan así a las declaraciones de los miembros de la plataforma de afectados por el desarrollo del polígono, que acusaban a la sociedad mixta de lucrarse a su costa.

Los 300 propietarios afectados por el área industrial han considerado desde un principio que los 31,06 euros por metro cuadrado al que se les han pagado los terrenos expropiados en la zona es demasiado bajo.

Según los representantes de la sociedad, el justiprecio de las expropiaciones «es fijado por la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA) y el Jurado de Expropiación. No es cierto que lo determine Sogepsa». Y añaden que «el justiprecio se fija de acuerdo con lo que establece la ley y teniendo en cuenta los costes necesarios para el desarrollo de la operación, en este caso, del área industrial de Bobes. Sogepsa ya ha pagado íntegramente a todos los titulares de terrenos afectados».

Por otra parte, señalan que «no es cierto que Sogepsa reparta beneficios. Sogepsa no reparte -nunca lo ha hecho- dividendos entre sus accionistas, entre los que se encuentra, entre otros, el Ayuntamiento de Siero (socio fundador)».

Según explicaron, el área industrial de Bobes es «un proyecto tan importante para Siero y Asturias como complejo». Y aun así, a pesar de las complejidades y del alto coste de la operación (se prevé una inversión que supera los 100 millones de euros) y a pesar de la difícil situación económica, la sociedad mixta «ha apostado por este proyecto convencida de los beneficios que reportará al tejido empresarial del concejo de Siero y de toda Asturias». Y añade que Sogepsa «en sus 25 años de desarrollo de suelo industrial y residencial en Asturias, siempre se ha caracterizado por el rigor y por la vocación de servicio público».

El polígono de Bobes, cuyas obra inauguró el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, el martes pasado, será la mancha industrial más importante de Asturias, con más de un millón de metros cuadrados de superficie.

Desde un principio, los vecinos de Bobes, San Miguel de la Barreda y Granda, parroquias afectadas por las expropiaciones, protestaron por la forma en que se estaba llevando el desarrollo del área.