Proaza / Santo Adriano,

Lorena VALDÉS

«Tola» y «Furaco» están distanciados. Desde el jueves por la mañana que tuvo lugar la última monta en el cercado de los valles del Trubia, la osa se muestra esquiva con el macho y sólo deja que se le acerque a una distancia muy prudencial. Los intentos de «Furaco» por romper el hielo fueron durante el día de ayer totalmente infructuosos. Arturo de Miguel, miembro de la Fundación Oso de Asturias (FOA), explica que este impás en los osos «es normal entre las primeras montas de ovulación y las posteriores para la fertilización de los óvulos». A la espera de una nueva entrega del romance de la primavera, cántabros y asturianos se posicionan y debaten sobre el futuro de esta mediática pareja.

«Esto no funciona porque él es cantabrón; si fuese asturiano de pura cepa, otro gallo cantaría, ¡tienen que cambiarlo ya!». A Pedro García, de Cabranes, como a muchos otros asturianos, «Furaco» no les gusta como pretendiente de «Tola». Ayer, el joven con un grupo de amigos era testigo de como la pasión puede desaparecer de un momento a otro. «Les falta intimidad, igual si les ponen unas velas y música romántica se anima la cosa», bromeó Emma Moatassim. Ana García, por su parte, echó la culpa al calor.

El enfado de «Furaco» y «Tola» dio mucho de sí ayer en los corrillos de la senda del oso. «¡"Tola" arrima un poco, no te hagas tanto la estrecha, que no te queda otra, no ves que no tienes para elegir tonta»!, animó Sandra de Felipe. Los asturianos contaron con el apoyo de los turistas zamoranos que tampoco ven en «Furaco» al semental que vendió el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla. «Yo creo que este macho no vale, no se le ve entregado», sentenció el zamorano, José Quintas.

Cuando los asturianos, con el apoyo de zamoranos incluido, ya estaban totalmente crecidos, irrumpió en escena la cántabra Carla Martínez dispuesta a dar su versión de los hechos, muy distinta por cierto a la suya. «¡Aquí lo que pasa es que "Tola" está mayor! No hay que echarle las culpas al oso, cuando la que no funciona es ella porque ya es una "abuelita"».

Tras escuchar alguna réplica, la joven volvió a la carga. «Después de recibir tantas negativas, lo que tiene que hacer "Furaco" es pasar de ella, que está acostumbrada a vivir sola con su hermana y no acepta nueva compañía». Los cántabros van a por todas con tal de defender su virilidad y anuncian: "¡No os preocupéis, que el presidente Revilla, con tal de no quedar mal, os manda en cuanto sea necesario otro oso para aquí, u otros dos!».

Tras el rifirrafe, hubo conclusión general: «Lo mejor será seguir intentándolo, nunca se sabe y a lo mejor este año nos llevamos la sorpresa y "Tola" tiene crías». Pero como las cosas de palacio van despacio, lo primero es apoyar a «Furaco» en su reconquista. Voces de ánimo no le faltaron ayer en el cercado, ya que el buen tiempo animó a muchos a acercarse hasta la senda y la zona, para alegría de los hosteleros.

«¡Venga "Furaco" campeón a por ella, que tiene que ser para hoy!», le gritó entusiasmado Miguel López de Oviedo.

Para contentar al respetable, «Furaco» intentó un discreto coqueteo, pero ayer «Tola» no estaba para fiestas.

Santo Adriano,

L. VALDÉS

«Furaco» volvió a la carga con «Tola» el pasado domingo. Desde entonces, la pareja ha protagonizado seis montas de bastante duración, la última, tuvo lugar el jueves a las 12: 51 horas. Todo parecía que iba viento en popa entre la pareja, sin embargo «Tola» se ha mostrado en los dos últimos días muy esquiva con el macho e intenta poner toda la tierra, que le permite el cercado, de por medio. El oso, todo un galán, aprovecha cualquier despiste de su amada para provocar un acercamiento y juguetear, pero «Tola» no está por la labor de dejarse querer de nuevo y como mucho le dedica alguna que otra mirada y más bien de pocos amigos.

El calor apretó ayer en el cercado común de Santo Adriano y cada oso buscó la sombra y estuvo a lo suyo. La relación de las hermanas tampoco pasa por su mejor momento. «Paca» hace una vida totalmente independiente y si se acerca a «Tola» es únicamente para gruñirle y marcar territorio. «Paca» le tiene mucho miedo al macho, cada vez que se le acerca sale corriendo. «Todos damos por sentado que no va a pasar nada entre ellos, pero igual nos sorprenden», comenta Arturo de Miguel, miembro de la Fundación Oso de Asturias (FOA). Lo cierto es que desde la llegada de «Furaco», en abril de 2008, «Paca» y él nunca hicieron buenas migas y la relación terminó de torcerse a raíz del noviazgo con su hermana. Ayer, eran muchos los visitantes que afirmaron: «Esta osa está deseando que el macho se vaya de una vez, ella lo considera un pesado». «¡Pues no le queda nada a la pobre!» , respondió De Miguel.

Los osos están tan desganados que han perdido hasta el apetito. «Comen muy poco, de la comida que les damos al mediodía siempre les sobra para por la tarde. Lo que más les gusta son los cacahuetes y fruta que les refresque, especialmente naranjas y peras, llevan muy mal el calor», explica el cuidador.

Si el calor es un inconveniente, la fama de oso vago de «Furaco» tampoco ayuda para remontar la situación de crisis. «Le cuesta correr detrás de la hembra porque no está acostumbrado, al vivir en cautividad sabe que tarde o temprano la osa se dejará montar, así que lo tiene relativamente fácil», comenta el miembro de la FOA.

A pesar de todo, la esperanza de que a la tercera vaya la vencida y se logre la ansiada descendencia se mantiene intacta entre los habitantes de los valles del Trubia. «Tola» y «Furaco» aún tienen casi un mes y medio por delante, hasta que termine en julio la época de celo. Tiempo suficiente para protagonizar una sonada reconciliación, de esas que hacen historia.