Ceceda (Nava),

Mariola MENÉNDEZ

Después de cuarenta años de haberse derrumbado, el puente Raicéu, de origen medieval, de Ceceda, emblema de esta localidad naveta, comienza a ser reconstruido. El equipo dirigido por el arqueólogo Elías Carrocera realiza el acopio de información previa para completar el proyecto, que deberá tener el visto bueno de la Consejería de Cultura para acometer la obra.

La financiación, de 200.000 euros, corre a cargo de los fondos europeos «Leader». El alcalde de Nava, Claudio Escobio, asegura que ésta es una iniciativa más de las desarrolladas por el gobierno local para recuperar el patrimonio histórico del concejo. Agrega que también se prevé la mejora de más puentes medievales actualmente en uso, incluido el de La Ferrería, otro de los más significativos del concejo.

Elías Carrocera destaca que una de las circunstancias que más han influido en el deterioro de esta infraestructura fueron las sucesivas modificaciones que se realizaron. Inicialmente era más estrecho, pero en el siglo XX los vecinos lo ampliaron para permitir el paso del tráfico rodado, ya que anteriormente estaba destinado a carruajes y personas, por lo que «se elevó el rasante para evitar el lomo de burro» que dificultaba el tránsito de los vehículos, agrega Carrocera. Además de ganar en anchura al agrandar el pretil, se añadió un pavimento de piedra. Carrocera destaca el uso de balastro, que relaciona con la visita de Isabel II a Asturias.

Los sucesivos rellenos de tierra, arcilla y piedra y la acometida de una tubería de agua también afectaron al estado de esta construcción. El arqueólogo apunta que se «realizarán análisis de argamasa para concretar la asociación de las distintas etapas constructivas».

Debido a que sólo se conocen datos indirectos de la cronología del puente, Claudio Escobio apunta que las capas iniciales de esta construcción llevan a pensar que «puede que en su origen fuera de madera», cuestión que a Carrocera no le parece descabellada porque asegura que «es evidente que en la Vega de Ceceda había un puente de madera porque consta en la planimetría, aunque no conocemos cuál era su lugar exacto». Escobio adelanta que en una segunda fase se plantea acondicionar el entorno del puente, una vez reconstruido para uso peatonal, con un área recreativa y zona verde.