Villaviciosa,

Mariola MENÉNDEZ

La tan demandada y esperada mina de azabache que la empresa Garaysam S.L. pretende explotar en Oles (Villaviciosa) entrará en funcionamiento antes de medio año. Se estima que en unos cuatro o cinco meses habrá concluído el trámite de expropiación de los terrenos donde se ubicarán las instalaciones y la bocamina. La resolución de este expediente es el último paso administrativo necesario para comenzar la explotación del apreciado lignito, pues la compañía dispone del resto de permisos exigidos para desarrollar esta actividad minera.

Con su reapertura, Les Caves se convertirá en la primera mina de azabache de Europa occidental desde que, en 1923, cerrase la última en la localidad maliayesa de Oles. Desde entonces, el ya fallecido Tomás Noval, considerado el último minero del azabache, era quien se encargaba de suministrar materia prima a los artesanos, principalmente de las escombreras de antiguos yacimientos.

El mineral de la Marina de Villaviciosa es valorado por los expertos como el mejor del mundo, junto el de la ciudad inglesa de Withby, ya agotado. Por eso la intención es abrir mercados internacionales para este lignito jurásico tan apreciado. Dependerá de la demanda, pero se tratará de hacer un hueco a este azabache en el circuito mundial, más allá de las fronteras regionales. Además, está pendiente de ser reconocido con una de Denominación de Origen Protegida (DOP).

La apertura de la mina es un proyecto antiguo y Rogelio Estrada, concejal de Urbanismo en el anterior mandato, puso un especial interés en sacarlo adelante. Entonces se preveía empezar a extraer el lignito jurásico de las entrañas del concejo maliayo a finales del año pasado. La pretensión sigue siendo la de reabrir la antigua mina de Les Caves, en la riega de los Molinos de Oles, que data del siglo XIX, coincidiendo con el «boom» extractivo de entre 1870 y 1890, y avanzar en galería al yacimiento.

Un ejemplo de que las entrañas de la Marina maliaya son ricas en este preciado material es que sólo en la parroquia de Oles hay más de medio centenar de estas formaciones carbonáceas. Por aquí discurría una serie de regueros que desembocaban en el mar interior jurásico donde se formaron las acumulaciones discontinuas de troncos que dieron lugar al azabache. A pesar de la abundancia de este apreciado mineral, la falta de materia prima es una antigua queja de los azabacheros, que llevan años reclamando su extracción.

Represetantes de la asociación de azabacheros se reunirán el día 15 de este mes con el director general de Comercio y Turismo del Gobierno del Principado, Julio González Zapico, para conocer de primera mano cómo se encuentra «la situación administrativa» de la apertura del yacimiento y la tramitación de la Denominación de Origen protegida. Tras este encuentro, los azabacheros celebrarán una asamblea para debatir el futuro de este colectivo, según explica su presidente, Pedro Villanueva. Los ánimos están bastante decaídos porque la falta de material para poder trabajar ha hecho mella en el gremio y ha provocado el cese de socios que ante la carencia de azabache se han visto obligados a trabajar con otros materiales. Además, el sector se queja de falta de apoyo institucional.