La situación en el puerto de Candás es cada vez más preocupante. Cuando baja la marea, las embarcaciones de recreo de la dársena interior quedan inmovilizadas sobre la arena (en la foto), sin poder realizar ningún tipo de maniobra. Los pescadores urgen el dragado del muelle, especialmente afectado por los temporales del invierno. No obstante, la limpieza parece que no llegará al menos hasta agosto. El dragado, junto al arreglo de pantalanes y la construcción de una marina seca, costará 694.592 euros y está pendiente de contratar, informa M. G. S.