Una gran multitud de personas se reunen hoy en Pola de Siero para despedir a José Aurelio Álvarez, que falleció ayer a los 51 años de edad en su casa de la parroquia de Santa Eulalia de Vigil.

El féretro del exalcalde, cubierto por la bandera de Asturias y con la medalla institucional, fue recibido frente al Ayuntamiento de Siero, donde se congregaron decenas de personas entre familiares amigos, compañeros y representantes de todos los partidos políticos, quienes guardaron un minuto de silencio.

Después, los restos de José Aurelio Álvarez fueron traslados a hombros de sus amigos y compañeros hasta la iglesia parroquial, donde se está celebrando el funeral. La gran aglomeración de personas que han querido despedirse del exalcalde ha imposibilitado la entrada de todos los asistentes al interior de la iglesia.

El funeral es hoy a las seis de la tarde en la iglesia parroquial de Pola de Siero, y posteriormente sus restos se enterrarán en Santolaya. La capilla ardiente está en el tanatorio Meana.

Abogado en ejercicio hasta casi sus últimos días, el exregidor arrastraba un cáncer que finalmente acabó con su vida de forma fulminante. Aunque hacía ya varios años que había dejado la política activa, lo cierto es que su paso por la Alcaldía y su trabajo de oposición dejaron mucha huella en Siero, y compañeros y rivales lamentan profundamente su pérdida.

José Aurelio Álvarez estuvo doce años en el Ayuntamiento sierense, siempre en las filas del PP. Entre 2001 y 2005 fue portavoz de su partido en la oposición, con el socialista Manuel Villa como Alcalde, y en 2005 el PP ganó las elecciones y lo aupó a la Alcaldía.

Su único mandato se caracterizaría por la prudencia. El exalcalde solía sopesar mucho sus decisiones y los cuatro años transcurrieron sin aspavientos, algo que llama la atención en Siero, más bien dado tradicionalmente a la trifulca política. En todo ese tiempo logró ganarse a los vecinos, y todo apuntaba a que conseguiría seguir gobernando, pero la grave crisis interna regional del PP, encabezado entonces por Sergio Marqués, acabó pasándole factura, y en las elecciones de 1999 se quedó a las puertas de la mayoría absoluta. Aunque ganó los comicios y consiguió diez de los 21 concejales que entonces había en la Corporación, sus rivales, el PSOE, IU y Conceyu, sumaron sus once votos para arrebatarle la Alcaldía en favor del socialista Juan José Corrales.

Álvarez ejerció entonces de portavoz de la oposición durante otros cuatro años y, finalmente, aquejado de cierto desencanto decidió dejar la política, y cederle el puesto de candidato al que entonces era su número dos, José Antonio Noval. Desde entonces, aunque no volvió a ejercer ningún cargo público, permaneció siempre atento a lo que ocurría en el municipio y se mantuvo fiel a su partido. La actual portavoz del PP, Beatriz Polledo, dijo ayer que para su partido la pérdida de Álvarez "ha sido un golpe", porque "para el PP fue siempre un referente, y sobre todo, lo que hay que destacar, mejor persona; cualquier sitio a donde vas siempre lo recuerdan con cariño, y todo el mundo destaca la magnífica labor que hizo cuando fue alcalde; era una persona muy honrada y lamentamos mucho su pérdida".

También el portavoz de Foro, Eduardo Martínez Llosa, se mostró muy afectado por la muerte de Álvarez, con quien coincidió muchos años en las filas del PP. "Para mí es más que política, para nosotros era uno más de la familia, en un momento como este poco más se puede decir, casi no salen las palabras", remató. Una prueba de la huella que deja el exalcalde es que los que en su día fueron rivales políticos terminaron por tener una excelente relación con él y no tienen más que buenas palabras para él.

Es el caso del exalcalde socialista Manuel Villa, que compartió corporación dos mandatos con José Aurelio Álvarez. "A última hora trabamos una amistad bastante amplia, y hablamos mucho; independientemente de las opiniones, por delante está la persona, y él era un hombre muy sensato, quizás a veces muy pegado a la perfección, y me atrevería a decir sobre él unas palabras de Pablo Iglesias: los hombres como José Aurelio no mueren, se siembran; siento enormemente su muerte".

El exalcalde siguió trabajando en su profesión de abogado casi hasta el último día. El viernes todavía estaba en activo. Pero durante el fin de semana la enfermedad se agravó hasta su muerte, ayer tarde.