El consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, admitió esta semana que el Principado de Asturias no puede ofrecer un servicio de seguridad en el centro de menores de Miraflores, en Noreña, porque "se vulneraría el derecho a huelga" de los guardias que iniciaron un paro indefinido el pasado viernes.

Martínez subrayó que su Consejería solicitó a Delegación de Gobierno unos servicios mínimos consistentes en la vigilancia de al menos una persona durante las 24 horas del día, frente a las entre dos y tres y habituales, pero esta propuesta fue rechazada por la Secretaría de Estado de Seguridad. "Hemos advertido a Delegación de lo complicado de esta situación", apuntó.

Asimismo, aseguró que Presidencia hará todo lo que esté en su mano para que Alcor, la empresa concesionaria de la seguridad, "cumpla el contrato o haga frente a la rescisión si es necesario". Una actuación que es exigida por los diez trabajadores que se pusieron en huelga en protesta por el incumplimiento del compromiso de mantener el convenio estatal del sector.

Por otro lado, los trabajadores continúan realizando turnos a la entrada del centro de menores para constatar que la administración no cubre sus puestos. El hecho de que todos los guardias formen parte del comité de huelga impide que se ofrezcan servicios mínimos, dejando sin vigilancia durante todo el día un centro en el que, según los propios huelguistas y los sindicatos, es frecuente el comportamiento violento de los internos.