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Vecinos de San Miguel, ayer, delante del camposanto. Por la izquierda: Iván Butrón, Pilar Nicieza, Emilio Roza, Guadalupe Vallina, Eulogio Huergo, Manolo Orviz, María Luisa Nuño, Rubén Nicieza, Herminio Marrón, César Solís, Manuel Suárez, Juani Laviada, Carmen Canga, María Amparo Cueto, Sara Escandón, Fermín Naves, Merce Terán y Belén Infiesta. franco torre

San Miguel pide un acceso digno al cementerio, cercado por las obras de Bobes

El camposanto, en plena área industrial sin concluir, tiene un camino lleno de baches que se convierte en un barrizal cuando llueve

En pleno corazón del macropolígono de Bobes, esa gran mancha industrial cuyo desarrollo lleva casi tres años paralizado, se localiza el cementerio parroquial de San Miguel de la Barreda. Un camposanto al que sólo se puede acceder por caminos destrozados por las obras, y que carece de un paso peatonal. Circunstancia que los vecinos, hartos, reclaman que se solucione a la mayor brevedad posible.

"Tenemos que venir al cementerio por unos caminos en un estado deplorable, llenos de baches y sin aceras ni arcenes. Y la alternativa nos obliga a dar un rodeo de más de un kilometro, por la que tampoco hay un paso peatonal", denuncia el alcalde de barrio de San Miguel, César Solís.

La carencia de caminos cobra especial relevancia en estas fechas, cuando el camposanto recibe cientos de visitas para recordar a quienes allí descansan. "Cuando llueve, este camino es un barrizal. Hemos reclamado a Sogepsa, que realiza las obras del polígono, que ejecute los accesos en varias ocasiones, la última en abril. Pero no hemos logrado nada", lamenta Solís, que considera que el Ayuntamiento de Siero también tiene su cuota de responsabilidad, ya que entiende que debe vigilar que la sociedad mixta cumpla sus compromisos.

"Llevamos así desde que empezó la obra, hace ya cinco o seis año", explica Belén Infiesta. Y es que, para los vecinos, el camino al camposanto es un auténtico martirio, aunque temen que, una vez que esté terminado el polígono sea aún peor. "El problema es que cuando desarrollen el desdoblamiento de la carretera de los túneles de Villa (AS-17) en esta zona atravesará el polígono, y Sogepsa nos ha puesto muchas trabas para hacer un paso peatonal, por lo que no sabemos cómo quedará", argumenta Solís.

Según el alcalde de barrio, los problemas para hacer una conexión peatonal entre el pueblo y el camposanto vendrían del excesivo vano requerido para sortear la autovía: "Sogepsa nos decía que se necesitaba mucho vano, pero podrían meter un apoyo entre los carriles de un sentido y otro de la circulación, no veo qué problema puede haber", afirma Solís.

En todo caso, los vecinos tienen claro que ellos quieren sus accesos, tanto para vehículos como para peatones. "Queremos que lo dejen como estaba, tenemos que poder venir al cementerio", reclama Solís, quien no obstante lamenta que, una vez desarrollado el polígono, el camposanto vaya a quedar en medio de una zona industrial: "No sabemos qué pinta un camposanto en medio de un polígono, la verdad".

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