El Principado trabaja para que se subsane el error por el que San Salvador de Valdediós, popularmente conocido como el Conventín, no se encuentra dentro de la lista de los monumentos prerrománicos declarados Patrimonio Mundial por la Unesco. Como desagravio, el edificio sí está presente en la exposición que se exhibe en el Museo Arqueológico de Asturias, uno de los actos con los que se celebra el trigésimo aniversario de esta declaración.
Responsables de la dirección general de Patrimonio Cultural apuntan que la inclusión de San Salvador ha sido una de las primeras gestiones que realizaron al inicio de la actual legislatura. Han remitido la documentación oportuna al Ministerio de Cultura, porque es "el interlocutor ante la Unesco", apuntan. Así que confían en tener noticias en unos meses.
Las mismas fuentes aseguran desconocer la razón por la que el Conventín no se tuvo en cuenta en 1985, cuando se realizó el primer reconocimiento de Patrimonio Mundial. En una segunda fase tampoco entró porque sólo beneficiaba a los monumentos prerrománicos de Oviedo.
Hay expertos, como el arqueólogo Elías Carrocera, que destacan que no se valoró el prerrománico asturiano como un conjunto. En Villaviciosa esperan que sea más pronto que tarde cuando se enmiende. El alcalde, Alejandro Vega, también ha movido los hilos en la dirección general de Patrimonio Cultural.
El conjunto de edificios que integran el arte prerrománico asturiano está integrado por 15 construcciones representadas por 12 templos y tres construcciones no dedicadas al culto. La nómina de los templos la forman San Julián de los Prados, San Miguel de Lillo, la Cámara Santa de San Salvador y Santa María de Bendones, en Oviedo; Santa Cristina de Lena, Santo Adriano de Tuñón, San Pedro de Nora (Las Regueras), Santiago de Gobiendes (Colunga) y, en Villaviciosa, San Salvador de Priesca, Santa María de Arbazal, San Andrés de Bedriñana y San Salvador de Valdediós. Entre las construcciones civiles se encuentran Santa María de Naranco, la Torre Vieja de San Salvador de Oviedo y la fuente de Foncalada en Oviedo.
Los monumentos del prerrománico asturiano son Patrimonio Mundial de la Unesco por ser una muestra relevante de la cultura del reino cristiano de Asturias, desarrollada en el momento de mayor esplendor del emirato de Córdoba, y por la notable influencia que ejerció en la posterior arquitectura europea.