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Las lluvias y el calor de agosto consolidan una buena campaña de manzana de sidra

La recogida de la fruta se retrasará, como ya ocurrió con la floración de los pumares Jorge García, de Campoastur: "El agua de agosto vale dinero"

José María Díaz, entre sus manzanos, en Nava. M. M.

Esta campaña de manzana de sidra se espera buena, a pesar de que este año -par- es de "no cosecha" por la vecería (alternancia) de los pumares. Además no hay que olvidar que la pasada fue excesiva, como no se recordaba en años. Eso sí, al igual que pasó con la floración por las bajas temperaturas de la primavera, este año la fruta se recogerá más tarde.

No obstante, los cosecheros prefieren ser cautos porque cualquier inclemencia meteorológica, como una granizada, puede echar al traste la producción. De momento, están contentos con el tiempo porque las lluvias ocasionales que están cayendo en agosto y el calor de este mes está viniendo fenomenal para la maduración de la fruta.

En la cooperativa agrícola Campoastur aún están pendientes de valorar la previsión de esta cosecha con datos concretos, pero las estimaciones que perciben de los productores son "buenas", comenta el director técnico de Producción Vegetal, Jorge García. Sus socios recogerán manzanas suficientes para abastecer a los elaboradores de sidra de Denominación de Origen Protegida (DOP) y de Selección. "Las previsiones no son pesimistas", resalta García, y, en concreto, "en Villaviciosa hay manzana". En Nava también se espera apañar bastante fruta, porque, además, este año es de cosecha para el concejo de la Villa de la Sidra, pues tiene cambiada la alternancia en la producción de sus árboles con respecto a la tendencia general de Asturias. Ocurre desde que una granizada estropeó un año las manzanas. Así que lo lógico es que esta cosecha sea abundante en Nava.

También es cierto que el año pasado, en general, hubo fincas con poca fruta y eso compensará la producción de éste. El directivo de Campoastur resalta que "estas aguas de agosto valen dinero para el desarrollo de la manzana y los pumares", por lo que son muy bien venidas y agradecidas, al igual que las "temperaturas agradables" que están viniendo. "Casi todas las semanas hay un día de lluvia o de orbayu", explica. Por lo que la campaña pinta bien.

Otra característica de esta cosecha es que "se prevé que venga atrasada porque la floración vino también casi tres semanas más tarde. Por lo que es lógico que se retrase la cosecha en la misma proporción", explica Jorge García. Así que si lo habitual y por tradición es que la campaña de recogida de manzana en las pumaradas empiece sobre el doce de octubre, coincidiendo con la festividad del Pilar, este año habrá que esperar algo más para ponerse a llenar cestos y sacos de fruta. No obstante, el que se prevea que venga retrasada, "no es malo, todo lo contrario para recoger toda la manzana y coincide mejor con la apertura de los llagares para mayar", argumenta García. En este sentido, sería peor que se adelantara y hubiera problemas para entregar la fruta en las bodegas.

José María Díaz González es uno de los mayores cosecheros de Nava. Todavía no se sabe exactamente cómo vendrá la cosecha de este año. Aún queda, al menos, un par de meses por delante para recoger la fruta y en este período pueden producirse inclemencias del tiempo que influyan en el resultado final. No obstante, él calcula que sus árboles de la finca de El Baín, en Tresali, darán alrededor del 30% de las manzanas que tendrían que producir. Añade que tiene "otras fincas con más y otras, con menos" cantidad de fruta. Para él la cosecha del año pasado tampoco fue excelente, pues fue algo menos de la mitad. Así que calcula que éste será "un año intermedio". Las manzanas "están todavía creciendo y verdes. Hasta el otro día no las veías", comenta confirmando que la maduración de la fruta va con retraso a cuenta de que la floración también llegó más tarde en el calendario por el frío de la primavera.

No obstante, como el volumen de producción que tiene José María Díaz es grande, ya empieza a preparar la maquinaria para que esté lista dentro de unos meses, cuando empiece la campaña. Este año estrenará una máquina de recogida de manzana, que facilitará bastante el trabajo, pero como no selecciona la fruta, ha ideado otro sistema en el que una vez descargada pasa por unos chorros de agua donde se lava antes de llegar a la cinta donde se escogerán las piezas y se desecharán aquellas que no estén en condiciones óptimas. Todos los artilugios son pocos para ayudar en la tediosa tarea de apañar la materia prima de la sidra.

"Cuando llueve ahora, en agosto, están lloviendo kilos de manzana, decían los antiguos", apunta José María Díaz. Por lo que está encantado con esta agua estival, eso sí, "esperemos que no venga tormenta" porque eso podría echar a perder la cosecha. Estos meses que quedan por delante, hasta octubre o noviembre, si la fruta sigue con el retraso que arrastra desde la floración son claves para lograr que ésta sea una buena campaña, a pesar de ser año par y, por tanto, de poca abundancia, por la alternancia en la producción del manzano. No obstante, la vecería cada vez afecta menos en las nuevas plantaciones.

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