La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las amas de casa lo bordan

Los polesos, sorprendidos con la alta calidad de los trabajos de manualidades que expone la asociación de Pola de Siero: desde bolsos hasta botellas, pasando por patchwork

Detalles de las piezas que se exhiben en la exposición polesa. m. n. moro

La asociación de amas de casa y consumidores "Santa María de Covadonga", de la Pola, tiene una actividad ferviente todo el año en su sede de la calle Ángel Émbil de Pola de Siero. Sus socias participan en talleres de todo tipo: lo mismo se juntan para bailar sevillanas que para ensayar representaciones teatrales, para hacer gimnasia o para profundizar sus conocimientos en el arte de cocinar. Otros talleres están más relacionados con la artesanía y el trabajo manual, y la labor de todos ellos es mucho más visible. Buena parte de lo que realizaron a lo largo del curso pasado en estos talleres se expone estos días en la Casa de Cultura de Pola de Siero.

Hay trabajos de manualidades, pintura sobre todo tipo de objetos y materiales, cuero, encaje de bolillos y patchwork, o costura con retales. Las socias del colectivo se turnan para velar por las obras en la exposición y, también, para explicarle a quien lo desee todo el trabajo que hay detrás de lo que está expuesto. Porque hay mucho.

El patchwork, por ejemplo, como explica Sonia Noval, "lleva mucho trabajo, se necesita echar horas, dedicarle mucho tiempo y paciencia", pero es un trabajo muy agradecido. Poco a poco, partiendo de pequeños trozos de tela cosidos unos a otros, se va creando un mosaico que termina formando una colcha, un mantel o cualquier otra pieza. Esta práctica, que nació de la cultura Amish en la que se aprovechaban las telas sobrantes de los tejidos, se ha extendido y tiene cada día más adeptos.

Pero, al margen del resultado, de la pieza que se pueda conseguir con estos trabajos, hay una parte quizá más beneficiosa. Pili Roza asegura que "estos talleres te ayudan mucho a despejar la mente, cuando estás haciendo esos trabajos te olvidas de todo, es muy saludable, viene muy bien para la cabeza".

Las que participan en ellos, sostiene Sonia Noval, pasan las dos horas que duran y el tiempo que echan en prepararse ir y venir, y así se olvidan de los problemas del día a día, "echan unas horas fuera y se entretienen".

Lo que más llama la atención en la exposición es la calidad de los trabajos. Todo lo que se hace, ya sean bolsos u otros objetos trabajados en piel, figuras de tela o de otros materiales, botellas decoradas o manteles de encaje, tiene un acabado extraordinario.

Hay que tener en cuenta, además, que lo que hacen, además de llevarles horas de trabajo, les supone también cierto esfuerzo económico. "Algunas actividades no son baratas", apunta Nieves Ordieres. Que sigan realizando este tipo de trabajos solo se puede explicar por la vía de la de la pasión, del gusto por el trabajo bien hecho. Todas las mujeres que exponen sus obras en la Casa de Cultura hablan maravillas de lo que aparece allí. Aunque la modestia hace que alaben lo de las demás, está claro que a todas les gusta mucho lo que hacen.

La exposición está ya en sus últimos días: estará abierta hoy por la mañana y el lunes de cinco de la tarde a nueve de la noche, antes de echar el cierre.

Compartir el artículo

stats