La trágica muerte del gruista poleso de 36 años Alejandro Solares, el martes tres un accidente laboral en Grandas de Salime, se ha tornado en un homenaje que por momentos colapsó el tanatorio de la capital sierense. La asistencia masiva de compañeros de trabajo, amigos del fútbol -una de sus pasiones- y vecinos de toda la vida sirvió para consolar de alguna manera a una familia que reaccionó con entereza a la pérdida de un joven padre de familia al que algunos calificaron de "un chaval como la copa de un pino".

El propio padre, también compañero en Grúas El Roxu, recibió a lo largo de la mañana muchas condolencias que le emocionaron y a las que respondía con resignación. "La debía allí, y no pudo hacer nada pese a 19 años de experiencia", indica Juan José Solares, que lamenta especialmente las últimas horas de vida de Alejandro. "Lo peor fue que estuvo casi dos horas agonizando sin abrigar", comenta el progenitor.

Sobre el triste episodio, lo tiene claro. "Había llovido mucho, el suelo cedió y cuando quiso reaccionar no pudo salir porque la puerta de la grúa pesa mucho", explica Solares sobre unos hechos presenciados por un compañero que iba justo delante con un vehículo de control y que fue el que se encargó de llamar a los servicios de emergencias tras ver cómo la grúa volcaba y se precipitaba más de 30 metros abajo.

Un fatal desenlace que supuso un duro golpe para toda la plantilla de 240 trabajadores de la empresa, que admiten estar muy afectados. "Nos hartamos de llorar", reconocen los empleados, que sólo tienen elogios para su compañero fallecido. "Se desvivía por la empresa, se ofrecía siempre para ayudar y no ponía reparos a nada cuanto pudiese hacer", explica un trabajador muy próximo que, igualmente, ensalza su dedicación familiar. "Tenía a todos en un pedestal", apuntan.

Algo que corrobora la propia viuda de Alejandro Solares, Tere Álvarez, que quiso agradecer las muchas muestras de cariño recibidas estos días. "Su vida eran su mujer y sus hijos, y su pasión, la misma profesión que terminó por arrebatarle la vida", declara Álvarez, muy conocida en la Pola, especialmente por su actividad política en IU y su participación en la plataforma contra la instalación de crematorios en la Pola, que no oculta su devastación. "Deja una familia rota, pero nadie hablará nunca mal de él", reconoció con entereza la mujer sobre lo querido que era su esposo.

Sin embargo, la muerte de Alejandro Solares no hizo más que evidenciar la profunda huella que dejó entre mucha gente. Su paso por el equipo de fútbol sala de La Isla, en el que actualmente juega uno de sus hijos, es prueba de ello. "Siempre estaba ofreciéndose para ayudar en lo que fuera", explica el director de la escuela de fútbol sala de Siero, Hugo Nava, que en su día tuvo la oportunidad de compartir vestuario y dirigir a Solares. "Era un amigo de esos que siempre están ahí", comenta Nava, que anuncia su intención de promover homenajes en los partidos de este fin de semana. "Si los equipos y el árbitro quieren, guardaremos un minuto de silencio en su memoria en todos los partidos", indica.

A esta vinculación al deporte local hay que sumar también su pasión por el Sporting, equipo al que seguía tanto en los partidos de casa como en muchos desplazamientos. "En casa somos siete socios y de vez en cuando acompañamos al equipo", indica el propio padre del fallecido sobre algo que también corrobora el portavoz de IU en el Ayuntamiento de Siero, Edgar García. "Coincidimos en varios viajes y hacíamos una especie de piña allí donde íbamos", sostiene García, doblemente afectado por la viuda con la que comparte filas en la formación política.

A todo ello hay que sumar las condolencias transmitidas por muchas personas que decidieron acudir al velatorio a respaldar a la familia ante el duro trago de perder a una persona tan joven. "Era buenísimo, una joya que no se merecía este final", clamaba una mujer mayor tras abrazar al progenitor con los ojos llorosos.

Un duelo que hoy continúa con una concentración contra la siniestralidad laboral convocada por CC OO al mediodía en Oviedo. El sindicato exige "una investigación exhaustiva" para evitar nuevos accidentes similares, así como hacer justicia "con los culpables, si los hubiera".