Un autorretrato del poeta José Hierro. Una joya con la que la Fundación Centro de Poesía "José Hierro" de Getafe (Madrid) agradeció el premio "Aula de las Metáforas" que le entregó ayer la fundación de mismo nombre, con sede en Grado, por impulsar y hacer que la poesía esté viva y muy enraizada en la población. La delegación madrileña recogió el galardón, una escultura de Pep Carrió, en la sala de Dones del Aula, donde surgió también el germen para que Getafe y Grado se hermanen a través de la poesía.

"El premio es un abrazo cálido y una constatación de lo que hacemos. La poesía es terapéutica, balsámica y un lugar de resistencia", afirmó Julieta Valero, poeta y coordinadora del Centro "José Hierro". Junto al autorretrato, donado por la familia para el Aula de las Metáforas, también entregaron una escultura creada por Hierro para el Centro Poético, que el presidente de la Fundación "Aula de las Metáforas", Fernando Beltrán, agradeció muy emocionado.

Ambas fundaciones tienen mucho en común. Promocionan la poesía y la hacen un género vivo del que disfrutar a través de múltiples actividades, y ahí es donde Beltrán observó: "el milagro de la poesía, que insiste con más salud que nunca contra vientos, mareas y crónicos augurios de desaparición mientras crecen sus auditorios en todas partes".

Las palabras y las emociones destacaron ayer en la ceremonia en la sala de Dones, que se quedó pequeña para albergar a todo el público. Al acto asistió la librera Concha Quirós, anterior premiada; el Alcalde de Grado, José Luis Trabanco; el edil de Cultura, Plácido Rodríguez; miembros de la Corporación y el viceconsejero de Cultura, Vicente Domínguez, quien abogó claramente por apostar por la cultura como "sistema de salud del alma; si no asumimos esto, seguiremos pidiendo rendimientos económicos, este mantra neoliberal instalado es directamente un tiro en el pie".

También estuvo presente la concejala de Cultura de Getafe, Raquel Alcázar, quien aseguró que se sienten abrumados con el galardón, "no sólo por el premio sino también por la calidez de la acogida". A su llegada a la villa moscona, fueron recibidos en el Ayuntamiento, donde Alcázar y Trabanco pusieron las mimbres para iniciar el hermanamiento de ambas localidades a través de la poesía. "Tiempo al tiempo. Es un procedimiento largo, pero estamos por la labor y en este caso las dos fundaciones, con tanto en común, pueden llevar la iniciativa", comentó el regidor moscón.

La delegación madrileña se interesó por conocer el casco histórico de Grado y visitó, además del palacio Miranda-Valdecarzana (sede del Aula de las Metáforas), la capilla de Los Dolores, que les dejó fascinados. Así como disfrutaron de la gastronomía local con una comida de hermandad.

La ceremonia dejó claro que la poesía bulle en Grado y Getafe, que las palabras provocan, revolucionan y cambian y que el género sigue vivo, útil y al alcance de todos.