El grupo de polesos crítico con la gestión de Jenaro Soto al frente de Festejos ha asegurado que su proclamación como presidente, en 2016, es ilegal. La razón reside en que en una asamblea extraordinaria previa se había acordado "modificar un artículo de los estatutos para poder proclamar automáticamente a un presidente, sin necesidad de ratificarlo en una asamblea, cuando haya sido el único candidato". Sin embargo, aquel acuerdo no tendría validez por que no llegó a trasladarse al Registro de Asociaciones, como es preceptivo.

Por tanto, según los críticos, el artículo que prevalece es el que establece que, "si se presenta un solo aspirante, será nombrado por proclamación. En este caso, los socios tan solo podrán votar a favor, en blanco o nulo, pero no en contra". Y aún así, dudan de que la asamblea en la que se eligió a Soto fuera legal porque el plazo de presentación de candidaturas finalizó el día anterior y, según la ley, "desde la convocatoria hasta la celebración de la asamblea deberían transcurrir, al menos, 15 días".

Por otra parte, los críticos sostienen que el número de firmas de socios exigido para solicitar una asamblea extrarordinaria estáría por debajo de los aproximadamente 76 que consideró Jenaro Soto.

Teniendo en cuenta que las firmas deben ser el 10 por ciento de los socios, esto significaría que la sociedad cuenta actualmente con 760 socios. Algo que, en opinión de los críticos, está muy alejado de la realidad. En la última asamblea se indicó que los ingresos de 2017 por cuotas de socios fueron de 13.070 euros, "y no nos cuadra; por los números presentados, creemos que la cifra se acerca más a los 600 socios", concluyeron. Entonces, les valdría con 60 firmas.