"Es una injusticia total". Así definen la situación que están viviendo algunos de los dueños de parcelas en el bosque de La Escondía, como es conocido popularmente, en Carbayín Alto. Denuncian que la explotación porcina que ocupa terrenos comunales del Monte Cabriles se extiende también a sus propiedades. Calculan que pueden estar afectados unos 50 propietarios y están tratando de unirse para estudiar las posibles vías legales y denunciar su situación en el juzgado.
"Reclamamos el abono de la madera que talaron y que dejen los caminos en perfecto estado", resumen algunos de los cinco dueños de la finca de Los Peñones. Denuncian que los ganaderos de la explotación porcina se hicieron con unas 15 hectáreas de este bosque "cercando propiedades privadas".
Fuentes de la empresa argumentan que sólo están ocupando terrenos que les ha arrendado el Ayuntamiento de Siero. Los afectados denuncian que han colocado carteles en los que se alerta del "cercado rural" y de que está "prohibido el paso", cuando ellos sostienen que son los legítimos propietarios. Se quejan también de que les "talaron árboles, sobre todo robles y castaños, de más de 70 años". Agregan que "ecológicamente, aquí hicieron un desastre. No sé cómo se puede permitir", pues se quejan de que los cerdos "acaban con todo" y que "estropearon los accesos". "Tiraron un montón de árboles sin pedir permiso. Entraron y arrasaron con todo", aseguran.
Una de las afectadas de la finca de Los Peñones realiza una comparación: "es como cuando dan una patada a la puerta y entran en tu casa". Aunque los propietarios de la empresa insisten en que son terrenos alquilados al Consistorio, esta vecina explica que "nadie informó de nada". Apunta que deberían haber recibido alguna notificación que nunca les llegó y que se enteró de lo ocurrido a través de otro de los perjudicados, porque como son fincas que están en el monte, no las visitaban con frecuencia. Ahora han empezado a ir más a menudo. También esgrimen que a pesar de haber acudido a dependencias municipales con la documentación que acredita sus propiedades, no les han dado respuestas convincentes y les "ponen obstáculos".
Estos propietarios afectados se unen a las quejas de los vecinos de Cabriles por los perjuicios que aseguran que les causan los cerdos y su temor a la contaminación de los manantiales de la zona, algo que la empresa niega.
