Carreño se vistió en la mañana de ayer de luto al conocer la noticia del fallecimiento de Jesús García García tras una larga enfermedad. Don Jesús era el párroco de Perlora, donde vivía, pero también de Albandi, Prendes y Carrió. Y un "candasu" de pro: "Candás sigue siendo mi pueblo", decía.

Don Jesús falleció en la casa rectoral de Perlora y, por su expreso deseo, en el mismo lugar permanecen sus restos hasta que esta tarde, a las seis, se celebre en la iglesia de Perlora su funeral para ser posteriormente enterrado en el cementerio parroquial.

Jesús García nació en 1937 en Candás, en una familia marinera, y cursó sus estudios en el Seminario de Oviedo. Se ordenó sacerdote en 1963 y empezó un periplo que le llevó en primer lugar a Sama de Langreo. De ahí pasó, posteriormente, a Pajares (Lena), a Casomera (Aller) y, más tarde, a Perlora, para sustituir a otro sacerdote. Reincorporado el titular, fue destinado a Carbayín Bajo, en Siero. Después de un año justo lejos de Carreño, regresó a su casa, a Candás, junto a don Valeriano. Hasta que, por fin, llegó a Perlora. "Yo nunca quise ser cura de Candás", decía, "no me hubiera gustado habiendo nacido allí". En Perlora permaneció durante más de treinta años. Su carrera eclesiástica se completó con la docente en el Instituto de Candás, donde impartió la clase de Religión durante 29 años.

Las reacciones ante el fallecimiento de don Jesús no tardaron en producirse ayer en el concejo. "Lamentamos la pérdida de un hombre implicado con el medio rural de Carreño, especialmente con las parroquias de de Pervera, Carrió, Albandi, Prendes y Perlora, localidad esta última en la que residió hasta el final de sus días", comentaba la alcaldesa de Carreño, Amelia Fernández. "Suso, como se le conocía popularmente, ejerció también como docente en el IES de Candás, concitando mucho aprecio en toda la comunidad educativa". La regidora quiso "trasladar nuestras condolencias a su familia y amistades, que en esta última etapa le acompañaron en todo momento".

"No esperábamos que el desenlace fuese tan rápido, lo sentimos mucho", expresaba Pepe Caballero, presidente de la asociación vecinal de Perlora. "Como feligreses, todos colaborábamos con él y él colaboraba con nosotros", destacó.

Otro de sus amigos era Pedro Caballero. "Lo conocí con ocho años, caundo llegó a Perlora y fui monaguillo con él. Pierdo a un amigo y a un cura, lo que perdemos muchos en este pueblo", comenta con emoción. "Era una persona cercana, afable, con quien podías hablar. Es un momento difícil".

Ramón Rodríguez, de la asociación "Los Serondos", asegura que don Jesús "tenía buena relación con toda la población. Es una pérdida importante para el pueblo. Hizo mucho por la parroquia, era un vecino más. Lamento mucho su fallecimiento".