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Los expertos piden mesura a los jóvenes con el alcohol en las fiestas de prau

Muchos menores "beben de todo y mezclan muchas bebidas" en los botellones, habituales en festejos veraniegos, destaca Protección Civil

Los expertos piden a los jóvenes moderación en la ingesta de alcohol, un hábito que se incrementa en las fiestas de prau. Muchos menores se inician en el consumo de alcohol en ellas, donde el botellón suele ser el rey de la fiesta y la costumbre de beber está muy enraizada.

Un dato significativo es que entre un 15 y 20% de las atenciones que Protección Civil realiza en el Carmín de la Pola son por intoxicaciones etílicas, y en la mayoría de los casos son menores de edad, explica el coordinador de la agupación en Siero, Jairo Tuero. Reconoce que en las fiestas de prau del verano es habitual que los chavales beban. La mayoría hace botellón, a pesar de que cada vez hay más control por parte de las comisiones de fiestas para que no se venda alcohol a quienes no hayan cumplido los 18 años, al igual que en los locales de ocio, y para que no introduzcan bebidas de fuera. El problema es que "beben de todo y mezclan muchas bebidas", subraya Tuero.

El 50,1% de los jóvenes confiesa que alguna vez ha hecho botellón, según los datos que manejan Juan Maravall y Julia Cuetos, técnicos de prevención de la Fundación CESPA-Proyecto Hombre, en Siero. En el último año fueron el 46,8% de los chavales y en el último mes, el 17.2%.

Maravall y Cuetos reconocen que "el tiempo de ocio es un espacio de riesgo, donde se concentran la mayor parte de los consumos de alcohol y otras drogas que realizan adolescentes y jóvenes". Recuerdan que estas prácticas "pueden comprometer su salud y su seguridad", al aumentar las posibilidades de sufrir accidentes de circulación y de verse involucrados en actos violentos y en relaciones sexuales de riesgo.

Son numerosas las investigaciones que confirman la estrecha relación entre el consumo de bebidas alcohólicas durante los fines de semana o fiestas y "la necesidad de la juventud de relacionarse con sus iguales, de divertirse y ocupar su tiempo libre", agregan. No obstante, Maravall y Cuetos no quieren ser alarmistas y apuntan que no todos los que salen de fiesta nocturna consumen alcohol y otras drogas. Ésta tampoco es la única opción que eligen para pasarlo bien. De hecho, la Fundación CESPA-Proyecto Hombre de Siero trata de fomentar formas de diversión más saludables.

Los técnicos de Siero manifiestan que la media de edad de inicio al consumo de alcohol son casi 14 años. "En contra de la idea extendida de la progresiva precocidad, los datos indican lo contrario, pues ha aumentado en los últimos cuatro años", razonan. El 41,6% de los chicos y el 50,1% de las chicas confiesan haberse emborrachado alguna vez.

La Asociación Dual, consciente de que "las vacaciones de verano son un momento crítico en el inicio del consumo del alcohol para los adolescentes", ha lanzado la campaña de prevención "Ojos que no ven". Advierten a las familias para que no bajen la guardia en ningún momento.

Joaquín Cuetos es médico de Valdesoto y fue durante años presidente de Alcohólicos Anónimos de España: "Está enraizado en la cultura el consumo de alcohol en las fiestas de prau y populares". Destaca que en estos festejos, que tratan de atraer a jóvenes y adolescentes, se tiende al consumo. Subraya que el alcohol tiene "un efecto psicoactivo que produce que los jóvenes se desinhiban y facilita relaciones sexuales de riesgo". Alerta, asimismo, del daño que causa al cerebro de los menores, aún en desarrollo, y del peligro que supone cuando los jóvenes organizan su vida alrededor de este consumo, así como el riesgo de provocar accidentes que también afecten a los demás. Pide "mesura" en el consumo porque en el momento que se pierde el control, afectando a la toma de decisiones, "se acabó la fiesta".

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