"Aquí estamos siempre igual. No hay seguridad". Los cacos no se toman vacaciones ni en verano. Al menos en Llanera. Los ladrones volvieron a hacer de las suyas el pasado fin de semana. Amparados por la oscuridad de la madrugada del domingo, los amigos de los ajeno robaron un coche en Posada de Llanera que ayer, al cierre de esta edición, todavía no había aparecido. Ahora, su dueño, "muy fastidiado por el suceso", cruza los dedos mientras pierde sus últimos hilos de esperanza: "Ojalá aparezca en buen estado".

Los hechos tuvieron lugar a la altura del número 2 de la calle Quintana de la capital del concejo, justo donde David Menéndez dejó aparcado su Seat León FR color gris metalizado. "Lo dejé a las doce de la noche del sábado y al mediodía del domingo, cuando fui a recogerlo, ya no estaba", recuerda con enfado el afectado.

Nada más descubrir la desaparición del vehículo el llanerense puso el asunto en conocimiento de la Guardia Civil, que actualmente realiza las pesquisas necesarias para tratar de recuperar el coche. "Me dijeron que éste no era el primer coche como este que robaban", explica el afectado.

La potencia del vehículo, la cierta facilidad con la que los cacos acceden a él y que se trata de un modelo que llama menos la atención que un coche de alta gama son los principales "encantos" que encuentran los chorizos a este auto, uno de sus preferidos para perpetrar robos.

"Me dijeron que es muy frecuente que lo roben, lo usen para asaltar un bar u otro establecimiento y lo dejen por ahí tirado", explica Menéndez, cuyo principal temor es que lo hayan sustraído para venderlo por piezas.