La congregación de las Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús del Monasterio de Valdediós (Villaviciosa) se prepara para fundar una nueva comunidad en el Santuario de la Virgen de Arrate, situado en el monte Arrate, a 556 metros de altitud sobre la ciudad de Éibar (Guipúzcoa). Las carmelitas fueron invitadas el pasado abril por el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, para revitalizar el lugar, tal como hicieron en Valdediós en 2016.
De momento, hasta el lugar se ha desplazado una avanzadilla de seis hermanas, encabezadas por la madre Olga Mar, que permanecerá dirigiendo las obras de mejora en el entorno hasta octubre. "Estamos en una casa pequeña y la idea es trasladarse a una mejor para que vengan más hermanas", cuenta la religiosa. Respecto a su misión en Éibar, Olga Mar refiere que se trata de garantizar el culto y el acompañamiento a quien se acerque a visitar a la Virgen, ya que hasta ahora no había presencia religiosa. "Queremos darle vida, que quien se acerque a este entorno natural privilegiado rece con nosotras", apunta. Las obras, que se centran en rehabilitar una antigua casa de mayor tamaño junto al santuario de Arrate como residencia de las carmelitas, estarán terminadas en la primera semana de septiembre. "La acogida de la gente es muy buena", asegura Olga Mar, que a largo plazo planea poner en marcha un obrador para hacer galletas y mermeladas como las que ya se venden en Valdediós y en Valladolid, donde la congregación tiene presencia.
Al margen de la fundación de una nueva comunidad en el País Vasco, las Carmelitas Samaritanas centran su trabajo en promocionar la candidatura de Valdediós como "Pueblo ejemplar" de los Premios "Princesa de Asturias" 2018. "Ganarlo serviría para dar un impulso al lugar, que sea más conocido y valorado dentro y fuera de Asturias, y para continuar con las necesarias obras de restauración", esgrimen las mujeres. "Estamos contentas y agradecidas porque nuestra candidatura está siendo muy arropada por todo el mundo", concluyeron.
