La colonia urbana de Pola de Siero, organizada por la Cruz Roja en el colegio Hermanos Arregui, concluyó ayer tras dos semanas de actividad con el acto de despedida, en el que todos los participantes fueron pasando uno a uno por el escenario del salón de actos del centro educativo a por sus respectivos diplomas de asistencia.
Una vez que todos tuvieron el documento, hubo una proyección fotográfica, muy aclamada por los propios niños, en la que aparecieron resumidas todas las actividades. Este año, la colonia se dedicó al Jurásico y todos lo pasaron en grande hasta el último día. Fueron un total de 89 niños y 10 monitores voluntarios.
A lo largo de las dos semanas, niños y niñas trabajaron con manualidades, se disfrazaron de dinosaurios, hicieron retos de baile, participaron en gymkanas, vieron una película -por supuesto, también de dinosaurios- y celebraron el día del agua, que se ha convertido en un clásico de la colonia.
La coordinadora, Belén Díaz, se despidió calurosamente de todos los participantes y, de forma especial, de aquellos que están en quinto curso y, por lo tanto, no podrán volver, salvo de visita, pues están en el límite de edad. Al resto, los emplazó a regresar el verano próximo, y todos dijeron que volverían por aclamación. La fiesta concluyó con otro clásico, el baile de la canción "En la fiesta me encontré / un animal particular", una coreografía que hace las delicias de los niños y que todos los monitores realizaron en el escenario.
La colonia de verano es siempre un éxito y no hay alumno que no esté encantado cuando han pasado las dos semanas. Ayer, incluso, hubo quien lloró al saber que no podrá volver.
