El Museo de la Semana Santa de Villaviciosa, único en Asturias, ha recibido más de mil visitantes desde su inauguración el 15 de julio, al lado de la Iglesia de Santa María de la Oliva. Esta gran acogida se plasma en el libro de firmas, donde muchos aprovechan para alabar la iniciativa.
La cofradía de Jesús Nazareno expone sus posesiones en la nueva sala del museo. Las piezas más sorprendentes son sus pasos procesionales, las plataformas donde se llevan las imágenes religiosas en las procesiones. La autoría de las piezas es muy variada y se puede encontrar a artistas de renombre. Muchos de los pasos originales fueron quemados durante la Guerra Civil; el único que sobrevivió es el del Santo sepulcro, donado a la cofradía en 1902.
Nicolás Rodríguez, mayordomo de la cofradía (como se denomina al presidente de estas asociaciones religiosas), dice estar muy contento con el nuevo emplazamiento de la exposición; "es un lugar espectacular con luces escénicas y mucho más espacio". Y es que su local anterior eran unos garajes, habilitados como buenamente se pudo.
La colección de la cofradía también contiene libros, textos y carteles antiguos sobre la Semana Santa maliayesa. Muchos de los objetos fueron donados por los propios vecinos de la localidad.
En la visita al museo es posible repasar una parte de la historia de Villaviciosa y de Asturias. Uno de los documentos expuestos es el primero que se imprimió en una imprenta en Villaviciosa, según Rodríguez. En concreto, se imprimió en 1845 en la Imprenta López y Sotomayor.
Hace unos días se han instalado en Villaviciosa cinco señales que indican la localización del museo: están en la plaza del Ayuntamiento, la calle Campomanes, la calle del Agua, la plaza de Santa Clara y la plaza de San Francisco. Su colocación responde a la demanda de información por parte de algunos visitantes que no lograban encontrarlo.
