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Los micólogos suspiran por la lluvia para evitar una temporada de setas reducida

"Hay algo de rebozuelo, pero champiñones y lepiotas, nada", dicen en Pañeda, donde son optimistas porque "el subsuelo tiene humedad"

Asistentes a la exposición micológica de Pañeda del año pasado. M. N. MORO

Lleva tiempo sin llover y las setas no nacen. Los micólogos destacan que este calor es bueno, pero ahora hace falta que caiga algo de agua, para que broten con la humedad. El otoño es la época más propicia para la proliferación de muchas especies, pero tal es la escasez que la Asociación Micológica de Pañeda tuvo que suspender el fin de semana pasado la salida para la recolección de setas con motivo de Agrosiero, donde sí pudieron llevar una pequeña muestra. Pero el año pasado ya vivieron una situación similar porque los pocos ejemplares que encontraron también les obligó a suspender esta actividad.

"Está mal. Mientras que no llueva...", reconoce el presidente de este colectivo, Juan Rodríguez Díaz. "Hay algo de rebozuelo, pero champiñones y lepiotas, nada", apunta. "Se necesita lluvia, porque hay mucha seca", explica. Agrega que salió algún rebozuelo en el monte después de las últimas lluvias, pero cree que tampoco quedará rastro de ellos después de quince días.

Toño Sánchez es el secretario de la asociación e imparte un curso a partir del lunes en El Berrón para reconocer las setas tóxicas y venenosas, distinguirlas de las comestibles y conocer las consecuencias si se consumen. "La obsesión de las asociaciones tiene que ser insistir en las tóxicas y ver el peligro de cada una. Esa es nuestra función", reitera.

Sánchez coincide en la escasez de setas con la que ha empezado el otoño, pero "el subsuelo tiene cierta humedad y el micelio está vivo y aguanta si tiene nutrientes. Sólo se necesita que llueva para que salgan", explica. El micelio es el conjunto de hifas o filamentos que forman la parte vegetativa de un hongo. El experto confía, al igual que Juan Rodríguez, en que para la exposición programada para noviembre ya haya llovido y la situación mejorado. Toño Sánchez ayudará a sus alumnos a distinguir las lepiotas, muy apreciadas para preparar en cachopo, pero hay que tener cuidado porque se pueden confundir con una variedad que es tóxica. Los rebozuelos también son muy apreciados en la cocina y no suelen llevar a equivocaciones. Otra exquisitez son los boletus. Pero los especialistas también advierte de que una seta comestible, en mal estado, puede ser tóxica. Juan Rodríguez lamenta que los jóvenes no muestran el suficiente interés para mantener esta gran tradición micológica en Pañeda.

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