"La delincuencia común ha bajado muchísimo en Siero". Así lo destacó Daniel Suárez, sargento primero comandante del puesto de la Guardia Civil de la Pola. Estima que ese descenso ronda entre el 12 y el 15%. Pero, a cambio, cada vez atienden más denuncias por estafas de poco importe a través de internet o cargos fraudulentos en las tarjetas de crédito. Calcula que estos delitos o faltas suponen entre el 50 y el 60% de su actual carga de trabajo. Así que el comandante recomienda "cautela máxima", además de no facilitar datos personales y realizar compras sólo en páginas conocidas y fiables. No obstante, reconoce que "la gente cada vez tiene más precaución". La Guardia Civil se encarga de dar charlas, sobre todo a los mayores, para que estén alerta.

Forman parte de la plantilla del cuartel de Pola de Siero una docena de guardia civiles, que ayer celebraron el día de su patrona, la Virgen del Pilar, con una misa y posterior pincheo. Durante el transcurso de éste homenajearon a uno de sus compañeros. El alcalde de Siero, Ángel García, le entregó el escudo del concejo, en oro y en forma de pin, a Joaquín Areces Antuña, en reconocimiento a su "trayectoria profesional y a los buenos servicios" realizados, dijo el comandante del puesto. "Estoy muy contento y agradecido por esta distinción de oro", destacó el condecorado, pues para él es "un orgullo" y "más al ser sierense". Joaquín Areces lucía ayer sobre el uniforme de gala las dos medallas al mérito de la Guardia Civil y al militar, ambas con distintivo blanco, con las que también fue reconocido por sus méritos profesionales. Junto a ellas, además de la que indica que lleva más de quince años en el cuerpo, llevaba la de la Virgen del Pilar, a la que ayer honraron y festejaron.

Joaquín Areces Antuña (1973) nació en Trespando (Siero) y a los 22 años ingresó en la Academia de la Guardia Civil en Baeza. Su primer destino en prácticas fue en el puesto de Bádames (Cantabria) y de ahí pasó al puesto principal de Castro Urdiales, también en la comunidad vecina. En año 2002 le destinaron a Asturias, en Cangas del Narcea, y en 2005 pasó a Nava, cerca de su Siero natal. Lleva desde 2011 en el puesto de la Pola. Recibió el cariño de los suyos y su esposa, Montserrat Arregui, recibió unas flores.