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La dueña de la perrera de La Granda que investiga la Guardia Civil niega maltrato

"Los perros no tienen sarna", asegura la responsable tras la denuncia del dueño de la finca por el abandono de los canes

Algunos perros en la finca. A. F. V.

"En la finca había un perro muerto porque no había tenido tiempo a quitarlo". Así explica la propietaria de la perrera de La Granda, investigada por la Guardia Civil por un posible caso de maltrato animal, por qué había un cadáver en la perrera, en la que hay una docena de canes "en unas condiciones calamitosas, sin agua y sin comida", según los propietarios del Centro Canino La Ería (Llanes), entidad que dio la voz de alarma por el más que aparente mal estado en el que se encontraban los cánidos. Además, la dueña de los perros también asegura que los animales no tienen sarna, como también habían señalado desde La Ería.

"Alguien sacó el cadáver de donde estaba y lo puso allí, a la vista. Estaba reciente y no había tenido tiempo a retirarlo". Ésta es la explicación que ofrece la dueña de los perros de La Granda, cuyo estado está siendo investigado actualmente por la Guardia Civil. También aclara que los animales no padecen sarna, como así aseguran desde el Centro Canino de La Ería. "Lo juro por la vida de mis padres", enfatiza la mujer.

De momento el caso está siendo investigado por la Guardia Civil, que visitó la finca en la que se encuentran los perros en dos ocasiones. La segunda inspección, en la tarde del sábado, fue llevada a cabo por miembros del Seprona, que encontraron el cadáver de un animal en el terreno. Los hechos están siendo investigados después de que el propietario de la finca, que supuestamente tiene alquilado el terreno a la dueña de los canes, diese aviso a la Benemérita tras ser alertado de la posible situación irregular por miembros del Centro Canino La Ería.

De hecho, el propio titular de la finca, que también la había usado hace una década como perrera para sus canes, no salía de su asombro. "Llegué a ver cómo un perro se comía el cadáver de otro. Nunca había visto una cosa igual", lamentaba.

La dirección de La Ería fue alertada de que un perro que habían vendido estaba en esta finca todavía a su nombre. Miembros del centro canino acudieron a La Granda para verificar los hechos. Allí encontraron el animal y, tras leer el chip, corroboraron que seguía inscrito a su nombre. Ante el mal estado en el que se encontraban los chuchos decidieron rescatarlo.

"Vamos a denunciar esta situación, que consideramos totalmente irregular. No pueden tener así a los animales", afirma con aplomo Juan Carlos González, gerente del centro canino llanisco.

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