"El azabache es una de las piedras más mágicas de la historia". Así lo aseguraba ayer el el escritor y economista Ángel Cardín Toraño en la conferencia inaugural del encuentro "La cultura del azabache" que tuvo lugar ayer en la Fundación José Cardín Fernández, de Villaviciosa, organizado por Incuna. Y su vínculo con Asturias está más que demostrado. El azabache se trabaja desde la prehistoria, tuvo importancia durante el Imperio Romano y, especialmente, como piedra semipreciosa vinculada al Camino de Santiago, y, como expresó Cardín Toraño, "el 90 por ciento de todo el azabache prehistórico, romano y del Camino viene de Asturias; es la zona minera más importante del mundo por su utilización desde la prehistoria hasta ahora", explicó, e insistió en que Asturias debería defender mucho más la cultura que hay a su alrededor. "No deberíamos interrumpir 20.000 años de tradición. Este es el rasgo etnográfico más importante de Asturias: ni las piragüas ni la Virgen de Covadonga. No tenemos ninguna referencia tan larga, etnográfica, cultural e históricamente", asertó.

Según Cardín Toraño, el azabache tuvo un auge extraordinario, sobre todo con el Camino de Santiago, con cuyo desarrollo "se convirtió en un auténtico 'monstruo', se vendieron millones de piezas", detalló.

El economista señaló que existe un documento del siglo XVI en el que un hombre de Santiago pide a un productor de Villaviciosa que le mande 60.000 piezas. Se convirtió en el amuleto del Camino, una ruta que recorrieron millones y millones de personas.

También participó en la primera jornada del encuentro el arqueólogo y experto en historia del azabache Rogelio Estrada, que coincidió con Cardín en resaltar su importancia en Asturias, tanto por cantidad como por calidad.

Respecto de esta última, Estrada señaló que está documentado que los azabacheros de Santiago del siglo XVI consideraban el mineral llegado de Asturias como el de mayor calidad que existía, y daban testimonio del prestigio de la piedra asturiana durante los tres siglos anteriores.

Respecto de la cantidad, solo en Oles hay al menos medio centenar de huellas de explotaciones mineras de azabache, que dan una idea de la intensa explotación que hubo. Pero no solo eso. Porque en la segunda mitad del siglo XIX hubo un auge del azabache en Inglaterra, promovido por la propia realeza, y Asturias era su gran suministrador. Baste decir que entre 1870 y 1890 se exportaron a Inglaterra 830 toneladas de azabache. "Las piezas de azabache de la época victoriana de cualquier parte del mundo seguramente están hechas con azabache asturiano", concluyó el arqueólogo.

El alcalde de Villaviciosa, Alejandro Vega, dijo, por su parte, que llevará al Pleno una propuesta para promover la petición de que el azabache sea declarado patrimonio mundial de la humanidad.

El encuentro de ayer contó también con muestras de trabajos con el azabache, y en la jornada de hoy habrá una salida de campo a un tramo del Camino de Santiago y a una mina de azabache.