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Pregón de la XCII Fiesta Gastronómica de la Amistad y las Ganas de Vivir

La vida en torno a la buena cocina

Gustavo González-Izquierdo destaca en Noreña la alegría - que se siente cuando se comparte mesa y mantel con amigos

Gustavo González-Izquierdo (a la derecha) con José Antonio Coppen.

Cuando por diferentes causas los pregoneros que tenía previstos para este mes me fallaron temporalmente no tuve más salida que complacer a José María Pérez, quien tiene muchas ganas de cogerme en un renuncio, pero los marineros, siempre damos un paso al frente, y seré yo el pregonero.

Prometo que terminaré en trece minutos y así cumplo con los deseos de todos, que los garbanzos nos están esperando. Quiero tener un agradecimiento a Paloma, "mi lady", por tener tanta paciencia conmigo y permitirme dedicar tanto tiempo a estas lides.

Y por último, quiero agradecer a José Antonio Coppen la honra que me ha hecho al presentarme ante vosotros. Después quiero agradeceros a todos que me hayáis empujado a preparar los viajes que hacemos porque eso es lo que me hizo salir de la pequeña depre que tuve cuando me jubilé.

No sabía qué hacer con tanto tiempo libre, no fui educado para el ocio. Después de esta introducción, vamos a la materia.

La Real Academia de la Lengua, define amistad como "afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato". También define "ganas" como "desear con avidez" y "vivir" como "tener vida". Por lo que tener ganas de vivir es desear con avidez tener vida. Pérez-Reverte dice: "La amistad fue un invento prehistórico contra la soledad y el aislamiento". A finales del mes de septiembre en LA NUEVA ESPAÑA, el doctor Manuel Vallina Victorino, cirujano vascular del Hospital de Cabueñes, decía: "La medicina logró poner años a la vida; ahora hay que poner vida a los años".

Aunque la amistad se podría clasificar según los diferentes estadios de la vida, trataré de centrarme en la amistad en la madurez, en esa que nos tiene que ayudar a poner años a la vida.

Como consecuencia de los años, todos hemos pasado por momentos muy difíciles y amargos, para los que no estábamos preparados y nos intentamos rebelar, produciéndonos en la mayoría de las ocasiones, episodios de depresión, de las que nos ha costado mucho salir de ellas. Quién no las ha tenido, ¡Que las espere!

La depresión

En LA NUEVA ESPAÑA del pasado 11 de octubre decía un entrevistado que la depresión será el problema sanitario más frecuente en nuestra sociedad en el 2030. Yo, sin basarme en ningún estudio científico, me atrevería a decir que no tenemos que esperar al 2030, sino que ya es un problema muy grave en la actualidad.

Si estamos con depresión, tenemos que acudir a un médico para que nos dé una medicación apropiada y si no lo conseguimos, ir a otro y así hasta que encontremos al que nos ayude eficazmente. ¿Cómo podemos ayudar nosotros? No agobiando, no forzando, no enfadarnos ante una respuesta fuera de lugar, simplemente hacer notar que estamos ahí, que en el momento que nos lo pida, dejamos todo y estamos con ella.

La amistad como el cariño, la hace el roce y hay que cultivarla, interesándonos por los problemas que tienen nuestros amigos. Afortunadamente, al tratarse de un sentimiento, es gratis. Cuando decimos una palabra cariñosa, no tenemos que meter la mano en el bolsillo y en cambio nos lo agradecerán. Cuando intentamos salir a dar un paseo con alguien que no se encuentra bien, y lo conseguimos, no hemos tenido que gastar ni un euro.

En enero del 2009, comenzó esta maravillosa aventura, que se convirtió en "La gastronomía de la amistad" y que todos me habréis oído calificarla como un milagro que se repite mes a mes, pues no hay ninguna obligación de venir, ni cuota que amortizar y en cambio aquí estáis un mes tras otro.

Solamente pienso que nos mueve, las ganas de estar con amigos y por lo menos vernos una vez al mes, en torno a la cultura que significa un buen pregón, una comida y una sobremesa para disfrutar. Llevamos ya 92 reuniones en torno a una mesa, nos ha dado fuerza a todos el recuerdo permanente de los que ya no están con nosotros.

Con motivo del Desarme

Hoy como un apéndice de nuestra reunión, estamos celebrando el Desarme, la fiesta gastronómica por excelencia de la amistad, en la que los compañeros de trabajo y amigos celebramos una muy copiosa comida y que desde Oviedo hemos ido exportando a muchos otros lugares.

No quiero meterme en el inicio histórico de esta fiesta, porque aquí tenemos grandes expertos en el tema, aunque con conclusiones algo diferentes. Siempre dije que, para ser amigo de una persona, hay que comer con ella y cuantas más veces, ¡más amigos¡ En alguna ocasión, os disteis cuenta de que cuando estamos disfrutando de una comida, estamos haciendo historia y fomentando el desarrollo de la cultura y al mismo tiempo favoreciendo al futuro, ya que la humanidad, evolucionó y sigue evolucionando mediante la alimentación.

Pues sí, la especie humana evolucionó con el fuego que hizo que pudiese cocinar los alimentos y otra circunstancia fundamental fue cuando hizo el primer queso y se dio cuenta de que los alimentos se podían conservar, consiguiendo de esta manera poder tener una pequeña reserva para los días venideros. Con los siglos fue evolucionando la conservación de los alimentos, con los ahumados, los secados, las grasas, los escabeches, las salazones.

La gastronomía, que es como denominamos las características organolépticas de lo que estamos degustando, como la textura, el color, el sabor, el olor o el retrogusto, consiguió que la cultura avanzase demasiado, y pasamos de las cocineras o guisanderas a la dictadura de los grandes chefs y de los sumilleres y bodegueros y terminamos utilizando sus mismas expresiones.

¿Nunca dijisteis cuando estáis comiendo una pechuga de pollo, que tiene una textura, como consecuencia de que la reducción del Pedro Ximénez se hizo a baja temperatura, después de haberla sometido al nitrógeno líquido, y que como consecuencia de ello, el retrogusto que nos produce, nos deja suaves matices aterciopelados en boca que hacen que la explosión de sabor parezca que estamos comiendo una chuleta en lugar de una pechuga? ¡Pues eso, aunque no lo creáis, se llama un trampantojo. Imaginaos, lo que pasaría si trasladásemos esto a la hora de cocinar los callos de Noreña, donde además tendríamos que añadir que tienen las cuatro "P".

Podría ser así: casquería y uñas de culón con manos de diputau, trocinos de pernil y focicu de Asturcelta de cubil y pimentón de la tierra de los conquistadores, piquiñinos, picantinos, pegañosos y pulcros. En el restaurante Viridiana: Abraham García, refleja en sus cartas, el espíritu rebelde y creativo de su cocina: "huevos de gallinas en libertad (vigilada) sobre mousse de hongos". "Lentejas caviar, pequeñas y negras como su nombre anticipa, estofadas con cangrejos de ríos abulenses y sobrasada catalana".

Albóndigas o hamburguesas

O las "pechugas de pichón de Bresse a la parrilla, escoltadas por un guiso de sus alitas y muslos en hoja de berza, y peras de invierno asadas" En el Restaurante Lata-Bern@: sirven "patatas bravas encabronadas" o sus "vaya huevos estrellados con chorizo y patata paja". Veremos ahora, cómo se llaman en la actualidad, los exquisitos platos de nuestras abuelas. A la ensaladila rusa ahora se le denomina. DIP de menestra de verduras con ralladura y emulsión de huevo con sticks pan.

Las albóndigas son hamburguesas esferificadas en su cuna de guiso y chips de patata. Las croquetas son un bombón de bechamel envuelto en témpura de pan hidrolizado.

Al pisto ahora se le denomina hermandad de hortalizas en un abrazo de tomate. Y el colmo de los colmos y os ruego que nunca lo olvidéis es la tortilla de patata, que ahora se denomina semi cuajo de campero con secreto de cebolla y patata ponchada.

Lo mismo nos pasa, con los sumilleres y los bodegueros.¡Qué decir del vino! s imagináis si en el Manantial o en Santiago La Perla, al pedir un vino nos hubiesen preguntado, "¿Cómo quies el vino? ¿abierto, alegre, fresco, abocado, agresivo, ahumado, amable, amplio, armónico, redondo, breve, con carácter, cerrado, completo, crudo, cubierto, delicado, denso, despojado, expresivo, honesto, metálico, profundo, magro? Y ante nuestro estupor, continuase preguntando ¿Y con qué sabor quieslu?, ¿cacao, café, canela, carmín, cereza, coco, eucalipto, frambuesa, mora, frutos rojos del bosque?

Seguro que hubiésemos respondido. ¡Carajo, dame un vino del pelleyu! En una palabra, la amistad nos obliga a divertirnos y a divertir. Y para terminar, quiero recordar un programa de TV, de cuando yo era un chavalín, en el que el Padre Jesús Urteaga, se despedía siempre con una frase que me marcó mucho y que decía: "hay que ser felices, para hacer felices a los demás".

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