La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Educación no tiene crédito en el concejo

El retraso en la obra del gimnasio del colegio de Lugo no es el único "feo" a Llanera, que tuvo que pagar las cubiertas de Posada y de San Cucao

Raquel Menéndez, Pilar Huerta y Jesús Riesco observan las humedades del polideportivo del colegio de Lugo. A. F. V.

"El crédito de la Consejería de Educación con el Ayuntamiento se ha agotado". Con estas duras palabras, el alcalde, Gerardo Sanz (PSOE), escenificaba la decepción del Ayuntamiento con el Principado después de saber por boca del consejero, el también socialista Genaro Alonso, que la remodelación del polideportivo del colegio de Lugo no se afrontará antes de junio del próximo año. Aunque, a tenor de lo sucedido en los últimos tres años, más que crédito agotado, parece más correcto decir que lo que tiene la Administración regional con Llanera es una deuda en lo que a Educación se refiere.

Y es que el aplazamiento de las tan necesarias obras del polideportivo de Lugo se suma a una factura que, hasta ahora, Llanera ha venido pagando religiosamente en los últimos tiempos y en la que el principal "concepto" son las techumbres de las pistas de los colegios de Posada y de San Cucao; dos intervenciones que debería haber asumido el Principado -como hizo en 2015 con la de Lugo- pero que sufragaron las arcas municipales, pagando 340.000 euros.

En noviembre de 2016, el Pleno aprobó una moción presentada por el Partido Popular para solicitar al Principado la devolución de estas inversiones, de la que poco más se supo. Meses después, el gobierno local fue preguntado en una sesión sobre la situación de estas gestiones. La respuesta fue que "se ha dado traslado de la moción a la administración regional", lo cual pareció poco esperanzador. A día de hoy esta gestión se da por perdida en Posada.

Por todo esto, no es de extrañar que el enfado del tripartito con la Consejería de Educación sea monumental. Aun así hay quien dice, entre ellos el PP, que las manifestaciones de Sanz fueron "el teatrillo" de una estrategia para tratar de reforzar su imagen y que esta promesa incumplida por el Principado no le salpique de cara a las elecciones del próximo mayo.

También la señalan como una batalla más de la supuesta guerra interna en la Federación Socialista Asturiana entre los partidarios del secretario general y futuro candidato a la Junta, Adrián Barbón, y los del actual consejero de Presidencia, Guillermo Martínez; éste último, el bando confeso de Sanz.

Compartir el artículo

stats