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El Poeta Antón, listo ante emergencias

Alumnos y profesores evacúan el centro en sólo tres minutos y medio en un simulacro de incendio originado en la cocina: "Salió todo bien"

Arriba, los escolares observan un coche de la Policía Local. Abajo, conocen el interior de una ambulancia. A. F. V.

Son las diez y media de la mañana en el colegio Poeta Antón de Candás. Los niños están en clase cuando en la cocina del centro se desata un incendio. Suena la alarma. Los profesores reúnen a los escolares y todos salen rápida y ordenadamente a la calle. En tres minutos y medio están todos fuera. No hay heridos. A los pocos minutos llega una ambulancia de Cruz Roja y, poco después, una patrulla de la Policía Local. Todo está bajo control. Afortunadamente, nada de esto es real. Se trata de un simulacro de evacuación celebrado ayer, que tanto profesorado como escolares superaron con nota.

Aunque en el centro realizan un simulacro de evacuación al año, el Ayuntamiento quiso organizar un segundo por su cuenta y contar con la participación de la Policía Local y la Cruz Roja. "Queríamos hacer algo más grande que lo habitual para dotar también a la prueba de contenido. Para que todos entiendan por qué es importante", explicó Santiago Canga, de la empresa Quirón Prevención, concesionaria de los servicios de prevención municipales.

Y así fue. Porque además, hasta en sus imprecisiones el simulacro salió bien. Uno de los niños del aula maternal, de dos años, se despistó y se quedó dentro del aula cuando profesores y todos sus compañeros salieron huyendo de las falsas llamas. Al salir a cielo abierto, cada docente hizo un recuento de sus clases. Fue ahí donde detectaron que faltaba uno. El director, Benigno Expósito, entró a por él y lo sacó en brazos.

"Estaba en el aula. Quieto. Sin llorar ni nada. Al ver el humo del generador se quedó debajo de una mesa y no salió con sus compañeros", relató con cierto humor el director sobre el "despiste" del pequeño.

"No pasa nada. Estas situaciones son lo más normal del mundo en estos casos. Lo importante es que se hizo el recuento y se encontró. Ha salido todo bien", destacó Canga tras el simulacro, que movilizó a los 359 alumnos que ayer estaban en las aulas y los 32 docentes.

Una vez dado por finalizado con éxito el simulacro, la ambulancia de la Cruz Roja y el coche de la Policía Local entraron al patio del colegio para mostrarles su equipamiento a los pequeños. Sin duda, lo que más triunfó fue la sirena de los agentes municipales, que la hicieron sonar en repetidas ocasiones mientras los críos les jaleaban al musical grito de "¡Policía, policía!".

Tampoco pasaron desapercibidos para los curiosos ojos de los niños los enseres de la ambulancia de Cruz Roja. Sobre todo aquellos pensados para los pacientes más pequeños. "¿No lleváis a ningún enfermo hoy?", preguntaban los escolares sorprendidos al ver que la camilla del vehículo estaba vacía. "No, hoy no", les replicaba el personal sanitario. Y tampoco lo hubiesen hecho si el incendio de ayer fuese real, porque el Poeta Antón demostró ayer que está preparado ante cualquier emergencia.

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