Alejandro Vega Riego tiene 45 años, está casado y es padre de dos hijos. Antes de ser el Alcalde de Villaviciosa, lo fue en Cabranes, presidió la Mancomunidad Comarca de la Sidra y fue diputado regional, cargo al que renunció para ser candidato del PSOE a la Alcaldía maliayesa. Logró arrebatarle el bastón de mando al PP gracias a los apoyos de Foro y Somos. Es la primera vez que en democracia gobierna la izquierda en Villaviciosa.
- ¿Qué valoración hace de este mandato que finaliza en mayo?
-Se han sentado las bases sólidas del cambio y la mejora sustancial que necesita Villaviciosa. El cambio está en marcha y, aunque con demasiadas resistencias, no tiene vuelta atrás. Se han roto vicios e inercias de muchos años que creo ya nadie cuestionará, como la participación vecinal o la transparencia. Se acabó la prepotencia. Le pongo un sólo un ejemplo, creo que significativo: las cuentas abiertas. Ahora cualquier vecino puede entrar en la web municipal y saber a qué se destina cada euro que entra y sale de las arcas municipales.
- ¿Qué tal el pacto con Foro?
-Muy positivo. Fue un acuerdo por escrito, para dar una oportunidad al cambio, y está sustancialmente cumplido. Su concejala, Ana López, es una mujer muy valiente y trabajadora. Fíjese dónde quedan las críticas que recibió desde el PP, cuando ellos gobiernan aquí cerca, en Llanes, con una marca de Podemos e IU.
- ¿Y el apoyo de Somos?
- Además del acuerdo firmado, han hecho múltiples propuestas y hemos llegado a tres acuerdos presupuestarios, incluyendo sus medidas como, por ejemplo, en políticas sociales. Pero no están en el gobierno, por lo que son normales las discrepancias.
- ¿Está siendo difícil gobernar en minoría?
-Lógicamente, se gobierna más fácil con mayoría. La gestión es más ágil, rápida y, por tanto, más eficaz que cuando tienes que pasar meses negociando presupuestos o cuando no puedes tomar medidas por falta de apoyo suficiente, aunque sean necesarias. Porque se sabe de antemano que el PP, con Felgueres, siempre lo tumbará, si puede.
- Sus rifirrafes con José Felgueres, líder del PP, son continuos. ¿Son posturas irreconciliables?
-A la vista está que soy una persona de diálogo y no sectario. Hablo, dialogo, colaboro y llego a acuerdos con personas de las más diversas ideologías y formas de pensar. Así que el problema debe estar en la otra parte. Con todos los respetos, creo que Felgueres se crió políticamente en lo peor del partidismo sectario y le sale contra mí.
- ¿Qué le parece la oposición que está haciendo el PP?
-Ni una propuesta en todo el mandato. Con eso creo que se responde. Se ha opuesto a todo. No apoyaron ninguno de los presupuestos, intentando siempre que no saliera nada adelante, incluso votando en contra de obras y medidas positivas para todos los vecinos. Por ejemplo, a Felgueres se le vio el plumero cuando intentó que no se aprobara la modificación para el traslado de Mercadona a la parcela con las ruinas de la antigua Nestlé. Logró retrasarlo, pero han tenido que rectificar. Una inversión millonaria que creará empleo sólo parece ser mala para Felgueres.
- ¿Qué le anima a querer repetir como candidato?
-Me anima poder completar el proyecto de mejora y cambio de Villaviciosa. Estoy animado, pero dependerá de decisiones, que aún no se han tomado, en la familia y por los militantes de la agrupación de Villaviciosa, por ese orden. En el PSOE no hay designaciones a dedo como en otros partidos. Hay un calendario hasta marzo y deciden todos los militantes.
- Después de tiempos revueltos en el PSOE maliayés, ¿ha logrado apaciguarlo?
-Me tocó hacer frente a una agrupación en su peor momento, diezmada por continuas crisis y peleas internas de las que se benefició el PP. Se ha logrado una normalidad, que no es poco, con debates y discrepancias, pero no se escapa de la crisis general de los partidos. Hay que cambiar las formas de participación en política.
- ¿Cree que los maliayeses valoran positivamente estos cuatro años de trabajo para conseguir la mayoría en las próximas elecciones?
-La mayoría es necesaria si se quieren tomar medidas en profundidad que se necesitan. Pero en las actuales circunstancias políticas de fraccionamiento del voto, si es necesario el acuerdo ya hemos demostrado que sabemos hacerlo.
- ¿Qué le queda pendiente?
-Es tal la tarea y las carencias que queda trabajo para muchos años, para varios alcaldes o alcaldesas. Me gustaría completar el Plan General de Urbanismo que necesita Villaviciosa; hay que resolver el problema de falta de suelo industrial para que puedan instalarse empresas, completar el saneamiento de la ría y mejorar el de la Villa, protegerla de las inundaciones y extender el saneamiento a la zona rural. Y hay que conectar la Villa con la costa, a través de sendas a El Puntal y Rodiles, logrando un circuito circular que sería único en el norte y es compatible con la preservación de la ría. Puede ser además una solución para mantener los porreos, que se han dejado caer durante años. Depende de otras administraciones, pero hay que luchar por ello.
- ¿De qué se siente más orgulloso?
-Ahora mismo hay obras en contratación por valor de casi 4 millones de euros, lo que supone una inversión municipal histórica. Me siento muy orgulloso de haber logrado iniciar el cambio, por primera vez en democracia en Villaviciosa.
- ¿Seguirá luchando para que el Instituto de Productos Lácteos no se vaya a Oviedo?
-Sin duda. Es un proyecto que ha impulsado la actual presidenta del CSIC, a la que respeto como buena científica que es, pero discrepo como gestora, pues en este caso se mueve por intereses parciales.
