La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Protestas entre los repartidores por la campaña de multas en el casco poleso

Los transportistas se quejan de que sólo pueden cargar y descargar hasta las 11 de la mañana y tienen que realizar varios viajes con la mercancía

En primer término, Arturo Vázquez carretando patatas en la calle San Antonio. Al fondo, un furgón con autorización para carga y descarga. MARIOLA MENÉNDEZ

Los transportistas andan despistados y temerosos a ser sancionados por circular por las calles del casco antiguo de la Pola, después de que desde el pasado jueves la Policía Local de Siero esté multando a los vehículos que transiten sin permiso y sean detectados por las cámaras de vigilancia. La infracción son 80 euros, 40 si se abona antes de 20 días. En los primeros cinco días fueron propuestos para sanción 478 conductores.

"Solicité la autorización, pero no me la dieron", lamenta Arturo Vázquez, que se ve obligado a dejar su camión de reparto de frutas y verduras fuera del casco antiguo y recorrer con la carretilla varios metros para llevar la mercancía a los negocios de la zona. No quiere arriesgarse a ser multado. "Pasaba a servir a los establecimientos de hostelería, pero ahora lo tenemos que hacer con la carretilla y dando varios viajes", agrega Manuel Álvarez.

Los repartidores pueden circular por el casco antiguo, con autorización, sólo en horario de 8 a 11 de la mañana para carga y descarga. El resto del tiempo tienen prohibido transitar, sólo pueden hacerlo los residentes o los que tengan garaje en estas calles, y con permiso.

Quienes sí tienen esta licencia son, por ejemplo, Cuni Martínez y Noel Santiago, lo que les permite realizar carga y descarga, durante un máximo de media hora, en su tienda. "Los repartidores se quejan más porque no pueden pasar", reconocen, pero también ven que era "un peligro grave" el tránsito continuo que había de vehículos a pesar de tratarse de una zona peatonal, donde suele haber niños.

Aunque la prohibición al tráfico rodado viene desde 2014, muchos conductores solían hacer caso omiso a las señales. De ahí que el gobierno local de Siero decidiera instalar cámaras de vigilancia a finales de enero, pero no empezaron a tramitarse las sanciones hasta el jueves 21. Pero las multas siguen rondando el centenar cada día. Así todo, los vecinos notan menos tránsito.

"Algo menos de coches, se nota", apunta José María Iglesias, que frecuenta la zona con Rufino García, que cree que "pasan igual". Un trabajador de la gasolinera que hay al inicio de la calle San Antonio confirma que bajó el paso de vehículos, a la mitad, estima, pero así y todo reconoce que "siguen pasando".

Abel Peco, detrás de la barra de un negocio de hostelería, percibe que los repartidores son los que se llevan la peor parte porque "no saben a qué atenerse", pues sólo tienen hasta las 11 para poder entrar en la zona, con autorización, para carga y descarga, pero es un horario reducido porque, en su caso, por ejemplo, abren a esa hora. En el caso de tener que dejar un viaje de sidra, el repartidor lo tiene más complicado, pues al no poder entrar hasta la puerta del negocio le supone dar varias vueltas. Apunta que algunos, como al panadero, ya se han llevado una multa. "Hay que buscar una solución para ellos, más flexibilidad y falta información, porque no sé qué decir cuando un proveedor me pregunta", reflexiona.

Compartir el artículo

stats