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Una vocación encontrada por casualidad

La sierense Lucía González, reciente subcampeona de España de ciclocross, abre brecha en una disciplina que tiene cada vez más mujeres

Lucía González, con su bicicleta en su casa de Viella. MANUEL NOVAL MORO

Lucía González comenzó en el ciclismo por casualidad. Tenía nueve años cuando empezó a practicarlo como actividad extraescolar en su localidad natal, Viella, y cuando se quiso dar cuenta estaba metida de lleno en este deporte que hoy es su vida. Comenzó a competir en juegos escolares y llamó la atención del Club Ciclista Colloto, donde ingresó al poco tiempo para entrenar en la categoría promesas. Allí consiguió varios puestos meritorios, entre ellos el Campeonato de España de Gynkhana, disputado en Mérida en 2004. Desde entonces, tuvo muy buenos resultados en numerosas pruebas de las categorías inferiores, entre ellas el campeonato de España y la Copa España cadete.

Y uno de los momentos cumbre de su trayectoria fue el año 2013, en el que consiguió el campeonato de España de ciclocross, una prueba en la que quedó varias veces más subcampeona, la última, el pasado 13 de enero, por detrás de la también sierense Aida Nuño.

Según el que fuera su entrenador en el Club Ciclista Colloto, Gustavo Gutiérrez, Lucía destacó "por tener una técnica depuradisima desde sus inicios y una visión de carrera fuera de lo común para su edad".

En la actualidad, combina dos modalidades, el ciclocross, donde ha competido con el equipo Nesta, y la carretera, cuya temporada empezará en breve dentro de las filas del Bizkaia Durango. Y tiene claro que las dos disciplinas le tiran mucho, aunque son muy distintas: "cuando estoy haciendo ciclocross disfruto del ciclocross, y cuando hago carretera, disfruto de la carretera; lo que hago en cada momento me gusta mucho".

Tiene claro que las jóvenes de su generación contribuyeron a abrir brecha y aumentar la presencia de ciclistas femeninas en el circuito. La situación de las mujeres mejoró mucho desde que ella empezó: "subió el número de mujeres y la cantidad de pruebas femeninas que hay respecto a cuando empecé, no es el mismo nivel que el masculino pero se está yendo hacia adelante".

La sola afición de mujeres al ciclismo ha aumentado en los últimos años de forma exponencial. "Ahora sales a la carretera y a veces te cruzas más mujeres que hombres", sostiene.

Cada vez hay más pruebas importantes, y cada vez son más las mujeres que integran el pelotón. Ahora, su aspiración es dar el salto internacional e intentar conectarse a la copa del mundo.

Tiene claro que lo suyo es pasión, y que el ciclismo le tira, y sale a gusto a entrenarse entre 15 y 20 horas semanales para competir en las próximas pruebas, que para ella son siempre una incógnita. "Nunca sabes del todo cómo te va a ir; hay carreras en las que crees que vas justa de fuerzas y te va muy bien, y otras veces pasa lo contrario, que crees que vas muy bien y no llegas", señala. Salga como salga, ella está hecha para las dos ruedas.

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