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"Casa Roque" lucha contra las barreras

"Lo primero que necesitamos es conseguir socios", señala José Raúl Suárez, fundador de la asociación de personas con diversidad funcional

José Raúl Suárez, en su casa de Guimarán, donde tiene su sede la asociación, ayer. A. F. V.

"Dan ganas de llorar al ver las barreras arquitectónicas de Candás y de todo el concejo". Se puede decir más alto, pero no más claro. José Raúl Suárez se ha propuesto luchar contra los obstáculos de Carreño para las personas con movilidad reducida. Para ello ha creado una asociación, "Casa Roque (asociación de personas con diversidad funcional), con sede en Guimarán. "Ahora, lo primero que necesitamos es conseguir socios. Sin eso, no hacemos nada", manifiesta.

El principal foco de atención de esta nueva entidad será, según palabras de su presidente, luchar por la eliminación de barreras arquitectónicas. "Las calles de Candás están llenas. Y no sólo eso, en la zona rural también", denuncia el carreñense, que en esta aventura estará acompañado por Mari Paz Nicolás y Belén Galán, como vicepresidenta y secretaria, respectivamente.

Además, la intención de su asociación es implicar también en esta tarea al sector privado. "Nos gustaría que los establecimientos del concejo colaborasen suprimiendo los obstáculos de sus locales. No hay muchos bares a los que podamos ir a tomar algo", señala.

En este sentido, lo que más urge a las personas con movilidad reducida, asegura Suárez, es disponer de un taxi adaptado. "Por lo que sabemos, estamos cerca de contar con uno en el concejo, pero, de momento, tenemos que utilizar uno que viene de Gozón", lamenta.

Entre los planes de la asociación también figura la posibilidad de organizar actividades, tanto lúdicas como deportivas, que den visibilidad a las personas con diversidad funcional. "Al final, no somos menos capaces que el resto. Simplemente vivimos con unas circunstancias diferentes", resume.

A Suárez, esas "circunstancias" a las que el alude le sobrevinieron hace siete años, cuando un problema circulatorio obligó a que le cortasen la pierna izquierda por encima de la rodilla. "Hasta ese momento nunca me había puesto en el lugar de las personas con algún tipo de minusvalía", relata el carreñense, padre de esta nueva entidad que pretende popularizarse entre las personas con diversidad funcional: "Que sepan que no están solos".

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