La feria de San Isidro de Llanera supera todas las expectativas. La buena disposición de los ganaderos y el buen tiempo que propició la llegada de numeroso público hicieron que la jornada de ayer se convirtiese en una de las más exitosas que se recuerdan.
El desfile de ganado por las calles de Posada, una iniciativa que se estrenó el año pasado, volvió a cosechar un gran éxito de participación. Por lo pronto, pasearon por las calles de Posada cerca de seiscientos animales, lo que supone el doble de los que lo hicieron el primer año.
En esta ocasión, hubo ganado proveniente tanto de Asturias como de Cantabria. De esta comunidad eran las primeras reses que aparecían en el desfile tras la música de la banda de gaitas de La Madreña: varios ejemplares de la raza tudanca de vacuno, caracterizada por unos cuernos muy llamativos.
También de Cantabria eran las cabras de la raza pirenaica que trajeron ganaderos de del municipio de Guriezo. Y el resto de reses, provenientes de Asturias: vacas frisonas de una explotación de Llanera, y roxas de un ganadero de salas; pitas pintas de Arlós, cabras bermeyas de Parres y Cangas de Onís, y oveja carrazana de Cangas de Onís.
Todas ellas, manejadas por cerca de 150 ganaderos, recorrieron las calles principales de Posada y se dirigieron al recinto ferial de Arlós, donde estaba todo listo para la feria de ganado que, también, ha superado todas las expectativas, con la participación de cerca de 7.000 animales.
El alcalde de Llanera, Gerardo Sanz, aseguró por la tarde que todos los aparcamientos previstos para los camiones de ganado se llenaron, y que sin duda se superaron con creces las cifras de otros años, no solo en concurrencia de ganado sino también en afluencia de público.
Además, destacó, a falta de que al final de la feria se constaten las cifras definitivas, que "se ve movimiento de compra y venta; es temprano para hacer una valoración, pero se ve a ganaderos y operadores trabajando", añadió el regidor.
El recinto ferial municipal acogió en la jornada de ayer una exhibición de arrastre de bueyes con más de treinta parejas, un concurso de mastines y otro de ovejas y una ruta ecuestre.
En la jornada se celebró también el mercado tradicional de San Isidro, que tuvo una gran concurrencia, y que contó con varios talleres infantiles, juegos para niños, actuaciones musicales y un concurso de postres.
