"Solo quería sacar una nevera de casa porque era de los anteriores inquilinos". Así se justifico una vecina de Noreña a la que los que fueron sus inquilinos acusan de coacción. Según la pareja, cuando llegaron al piso no estaba en buenas condiciones y reclamaron que les ejecutase unas obras. Al negarse, no pagaron el alquiler. "En ese momento comenzó a llamarnos sin parar, mandarnos mensajes, preguntar por nosotros en los bares y hasta en la guardería de mi hija, diciendo que le debíamos dinero".
Frente a este testimonio de los denunciantes, la acusada matizó una serie de aspectos. Por un lado, señala que las direcciones y datos de contacto que le dieron estaban mal. "Me dieron la dirección de una sidrería que tenían, pero cuando llegué a buscarles la habían traspasado". Entonces comenzó a buscarles por otros locales y también en la escuela infantil a la que llevaban a su pequeña, "pero nunca diciendo que me debían dinero".
De hecho, la mujer asegura que no se trataba de dinero, sino de recuperar la nevera de los anteriores inquilinos. Finalmente, esta accedió a devolverles la fianza del piso y ellos abandonaron el domicilio.
