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La falta de accesos, la inestabilidad y la lluvia dificultan la reparación del desprendimiento

Los técnicos siguen dándole vueltas a la solución al argayo de Tazones. No lo tienen fácil. El primer y gran problema es la dificultad de acceso al lugar del desprendimiento, pues por abajo no pueden llegar a la ladera porque están las edificaciones y por los laterales tampoco hay entrada. El inconveniente es que por la parte alta no pueden meter maquinaria por la inestabilidad del terreno, a lo que se une también una considerable pendiente. Por si fueran pocos inconvenientes, suman otro: el terreno está demasiado mojado. Así que necesitan que deje de llover y seque la tierra porque las incesantes precipitaciones no hacen más que empeorar la situación y temen que pueda haber nuevos desprendimientos; de ahí que los afectados sigan evacuados por seguridad.

Es una empresa de ingeniería especializada la que está buscando las posibles soluciones. También se encargarán de redactar el proyecto técnico, de la dirección de las obras y de realizar un informe sobre las causas del desprendimiento y las medidas para evitar, en lo posible, nuevos desprendimientos, como apuntó el alcalde de Villaviciosa, Alejandro Vega. Ahora se centran en realizar cuanto antes una primera actuación que permita proteger los inmuebles y limpiar la zona para dotar de seguridad las edificaciones con el fin de que los evacuados puedan regresar.

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