Mientras la aprobación de los presupuestos municipales parece próxima, el convenio para las trabajadores laborales de Noreña y la Relacción de Puestos de Trabajo (RPT) sigue atascada. Los plazos se han ido dilatando y aunque la última idea del gobierno era llevarla pareja con las cuentas, no será posible por el momento. Por tanto, los 35 trabajadores municipales afectados seguirán con sus trece convenios distintos, a pesar de las múltiples promesas y acuerdos anunciados que, sin embargo, no han acabado de cristalizar en su aprobación por el pleno.

La negociación en esta materia se retomó hace algo más de cuatro años, con la llegada al poder de IPÑ y Foro. El edil de este último grupo, Inaciu Iglesias, fue quien asumió la negociación, que tras su marcha heredó Pelayo Suárez (IPÑ). Finalmente, se anunció un acuerdo en la mesa con los sindicatos, que se llevó a uno de los últimos plenos del pasado mandato.

La cosa no cristalizó, al discordar finalmente los sindicatos y la oposición y haber desconocimiento de la situación por parte de los trabajadores. Por aquel entonces, se pretendía aprobar únicamente un convenio marco para unificar al personal y luego negociar el catálogo y la RPT, donde se describe la naturaleza de cada puesto de trabajo. Ahora, se están intentando dar todos los pasos a la vez.