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El Principado promete protección para las vegas de Pravia ante las riadas

Alejandro Calvo, que visitó los cultivos arrasados por las avenidas de hace una semana, pedirá a la Confederación mejorar la limpieza de cauces

Alejandro Calvo y el alcalde de Piloña, Iván Allende, visitando un cultivo en el concejo. REPRODUCCIÓN DE S. ARIAS

Las peticiones de los productores de kiwi para proteger las plantaciones de las vegas de Pravia de los daños de las avenida del río Nalón -como la acontecida hace una semana, que ha dejado fincas enteras arrasadas- entran en la agenda de la consejería de Desarrollo Rural. Los kiwicultores piden más limpieza en los ríos y soluciones técnicas medioambientales para proteger los terrenos, cuyas medidas dependen de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC). Pero sí hay algo que cae en manos del Principado de Asturias.

Un día después de que el sector reclamara a través de LA NUEVA ESPAÑA un plan especial de protección y conservación de las vegas para facilitar la protección antes las riadas, el Consejero de Desarrollo Rural, Alejandro Calvo, se mostró favorable a desarrollar en su visita a Pravia.

"Creo que hay que hacer un esfuerzo con las vegas, son un patrimonio a proteger en conjunto y esa protección hay que desarrollarla no sólo pensando en lo que ya hay, si no pensando en el futuro, protegerla de amenazas que tienen que ver con el río o con otro tipo de usos alternativos en los terrenos", afirmó. En ese sentido, Calvo hizo hincapié en la revolución agraria que "empieza a verse en Asturias, que ya está dando frutos con un resultado como el de aquí, con casi 5 millones de kilos de kiwi que se producen y el valor económico que supone".

El Consejero visitó una plantación en Infiesto y luego dos en la vega de Peñaullán (Pravia). Allí, el productor Ángel Cuesta mostró a Calvo los efectos de la riada en las plantaciones, que afectan a las estructuras que sostienen las plantas o los frutos de las cañas más bajas, que estuvieron sumergidos en el agua y ahora están llenos de barro, inservibles para la venta. Tan sólo los kiwis de Javier Feito se libraron de la riada al estar en colgados a dos metros de altura, en sistema de pérgola.

Unos de los principales enemigos del kiwi son los islotes de regodón y vegetación que se acumulan en el Nalón, desviando el curso del agua que quita cada vez más terreno a la vega. "Ahí se está formando un canal que acabará llevando el terreno y entrando en la vega", alertó a pie de río Cuesta. En esa línea, Calvo se comprometió a defender la posición de los productores para que la Confederación "sea eficaz para mantener limpios los cauces". Así como avanzó que trabajarán por una mayor coordinación.

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