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El conflicto policial en el concejo se enfría

El SIPLA y el gobierno de Siero retoman la negociación tras apartarse el Alcalde

El sindicato se lleva una impresión positiva del nuevo interlocutor municipal, el edil Víctor Villa, y sopesa abandonar las manifestaciones

La primera movilización convocada por el SIPLA delante del Ayuntamiento de Siero. A. I.

La relación entre el sindicato policial SIPLA y el gobierno de Siero parece haberse reconducido y el conflicto comienza a enfriarse. Tanto que es posible que el sindicato no se manifieste mañana ante el Pleno municipal, como venía haciendo desde el mes de octubre. El ofrecimiento del alcalde, el socialista Ángel García, de apartarse a un lado y dejar al edil de Seguridad Siudadana, Victor Villa, la negociación con el sindicato -que viene reclamando mejoras en la plantilla y en sus derechos, y al que el regidor tachó de "mafia"- ha dado sus frutos. Los primeros diálogos con el edil han dejado una impresión positiva en los representantes del sindicato, aunque, de momento, están tratando cuestiones a corto plazo, antes de abordar las peticiones más ambiciosas del sindicato, a las que no están dispuestos a renunciar.

Según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, ahora se está tratando de normalizar la situación, después del terremoto ocasionado por las acusaciones del Alcalde relativas al cobro de horas extra de más, a las ausencias injustificadas del puesto de trabajo y al exceso de días de vacaciones y de permisos.

Por el momento, el sindicato busca que se recobren la "autoorganización del servicio y la concesión de permisos", es decir, "las cuestiones del día a día", indican los representantes del SIPLA. Aún falta profundizar en otras cuestiones que para ellos son importantes, incluida la ampliación de la plantilla, una nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT), la reforma de las dependencias policiales y un nuevo cuadrante de trabajo con coeficientes reductores por hacer turnos. Este último apartado es el que menos ha salido, al haber cambiado su estructura con el nuevo año.

Las impresiones de los representantes del SIPLA son buenas, hasta el punto de que se están planteando cancelar su manifestación mensual delante del Ayuntamiento, la próxima prevista para mañana. Sin embargo, la cosa aún no esta clara. Hay ciertas discrepancias y recelo por parte de los agentes, que ya han visto cómo otros amagos de acuerdo se truncaban.

Hoy será un día clave en este sentido. Está prevista una asamblea de todos los trabajadores municipales y una reunión durante la tarde con Villa. De esto dependerá que haya o no movilización, tanto del resto de funcionarios y laborales, como de los propios policías.

De no haber movilización, sería la primera vez desde el mes de octubre, cuando estalló la guerra entre la gran mayoría del cuerpo y el gobierno municipal, especialmente con el alcalde, Ángel García, quien consideraba que el problema del cuerpo eran las irregularidades en su funcionamiento. Cesó al comisario jefe, José Enrique Fernández, y también al agente que le sustituyó, Juan Ordiales.

El Alcalde advirtió, incluso, de su intención de eliminar el cuerpo de Policía Local. Algo que ahora parece haber quedado en el pasado, aunque todo puede suceder.

La situación, a día de hoy, está cerca de normalizarse, con la llegada de un nuevo jefe en las próximas semanas y la negociación con el sindicato mayoritario abierta de nuevo, con otro talante.

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