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Una cura de Grado para Boal

José Luis Fernández, "Chafino", cede al concejo occidental, para usar como centro de salud, la casa familiar donde su abuelo ejerció la medicina: "Es una satisfacción"

José Luis Fernández Fernández-Campón, ayer, en Grado. S. ARIAS

Boal recibe desde Grado un edificio histórico para su uso como centro de salud. José Luis Fernández Fernández-Campón, conocido popularmente en la villa moscona como "Chafino", es junto a otros familiares el protagonista de la cesión al Ayuntamiento de Boal de la casa "de Campón", conocida por ser donde su abuelo, Pedro Campón, ejerció la medicina hasta su muerte en 1944. El edificio, deshabitado desde 2007, será ahora cedido a los boaleses para su posible uso como ambulatorio, un equipamiento muy demandado en el concejo occidental.

"Nuestra ilusión siempre fue que la casa se mantuviese en pie, ahí prácticamente nacimos todos y verla rehabilitada con un uso público nos hace sentir muy contentos", afirma Fernández, con fuertes lazos en Boal, a donde se escapa de vez en cuando. De allí proviene su familia materna. La casa "de Campón", aunque recibe el nombre del abuelo, que le dio fama con el ejercicio de la medicina durante la primera mitad del siglo XX, fue fundada por la familia de su abuela, Carmen Castrillón, quienes procedían de la parroquia boalesa de Armal. "Mi abuelo, que era de Tapia, vino a ejercer la medicina a Boal a principios del siglo XX, se casó con mi abuela y allí, en la casa, ejerció la profesión de médico rural, aunque también iba a caballo a atender a los pueblos", comenta. De hecho, en la puerta de entrada aún está un cartel en uno de los cristales. Algo "muy sencillo": "Pedro Campón, médico". "Nos gustaría que se conserve para la posterior rehabilitación del edificio", propone Chafino.

Tras la muerte del abuelo en 1944, allí continuó viviendo la familia. En 1955, los padres de Chafino, los boaleses José Fernández Bousoño y Sara Campón, se trasladan con él y su hermana a Grado, donde llevaron la conocida sala de fiestas "Maijeco". En la villa moscona recaló la familia cuando Fernández tenía 5 años, y en Grado ha desarrollado su vida personal y laboral. Su abuela falleció en 1969, quedando en la casa "de Campón" una hermana soltera de su madre, su tía Marta, hasta 2007.

Son muy pocos herederos y la decisión de ceder el inmueble no fue difícil. Tras algún que otro intento infructuoso por vender la casa en años pasados, todos convinieron que lo mejor era cederla al Ayuntamiento. Así, en una de las visitas a Boal, coincidió con un amigo que le comentó la necesidad del concejo de tener un centro de salud nuevo. Con esa idea y la relación con el origen de la casa, decidieron proponerlo al Ayuntamiento. "El Alcalde se sorprendió", recuerda.

Así, realizaron un escrito formal al Ayuntamiento en el que aclaran las condiciones de la cesión, sin ninguna contraprestación y siempre y cuando se destine a un uso cultural u ocupacional, tal y como acepó el Pleno boalés la semana pasada. "La opción de que sea un centro de salud nos gusta porque ahí se ejerció la profesión durante cuarenta años, y que después de unos 80 años se vuelva a rehabilitar para un equipamiento sanitario es una satisfacción", apunta.

Ahora, el municipio tratará de dar salida al nuevo centro de salud en la casa "de Campón". "Hay que reconocer el valor que tiene la familia por donar un bien al municipio que soluciona un problema que teníamos, el de encontrar un sitio adecuado para un equipamiento tan importante que tenía problemas de accesibilidad", señala el alcalde boalés, José Antonio Barrientos. Una cesión que llega a Boal "como si nos tocase la lotería, porque encontrar un sitio que reúna las condiciones es complicado y si pudiera haber unos terrenos el problema es poder pagarlos", destaca Barrientos.

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