Jose Manuel Manrique es el portavoz del recién creado sindicato Profesionales Guardias Civiles. Durante casi 30 años se dedicó a la profesión en diversos destinos. Entre ellos Cantabria, fuera de asturias y luego Infiesto (Piloña), Langreo y Noreña, donde reside desde 1999. Lleva un año retirado del servicio.
-En su experiencia como Guardia Civil en Noreña, ¿cuáles son los delitos más frecuentes en la zona?
-Al estar en el centro de Asturias, sobre todo robos en polígonos. Hace años venían bandas itinerantes de los países del este, que acudían a empresas cortaban alarmas y buscaban las cajas fuertes. También se dan mucho asaltos a viviendas, chalets. Los clubes de alterne también ocasionaban situaciones y lógicamente el centro comercial de Paredes, donde a diario teníamos que ir por hurtos.
-¿Tiene alguna anécdota de intervenciones que suela recordar?
-Claro. Por ejemplo, en los clubes de alterne había de todo . Desde el típico casado que iba y no quería que se enterase la mujer pero solicitaba servicios varios y pagaba con tarjeta, hasta, por ejemplo, el caso de un transportista extranjero al que algún gracioso le echó cristal liquido en la bebida, por lo que nos contaron las chicas. Se puso violento, destrozó todo y hubo que acudir allí. Acabó detenido y en el hospital. Luego están las típicas de los centros comerciales, la de "no sé como ha llegado esto a mi bolso".
-Al final, la mayoría de casos son de la zona de Siero, que cubre el cuartel de Noreña. ¿Cómo ve el estado del cuerpo allí?
-Exacto. El cuartel de Noreña lleva muchos años siendo el más importante de Asturias en volumen de trabajo. Está en el centro neurálgico del Principado y cubre parte importante de Siero. Por allí pasan autovías, está en medio de las ciudades mas importantes de la región y hay que contar con la presencia de los polígonos industriales y el centro comercial Paredes. Esa demarcación tiene que estar debidamente atendida y con bastante personal.
-¿Aboga por la unificación de cuarteles?
-Si, defendemos la redistribución. El primer paso, es hacer un cuartel nuevo y en Noreña hay un espacio. El actual está en ruina, porque no se invirtió en él. Es necesario hacerlo nuevo y si dicen que no hay presupuesto, que lo pinten. A partir de eso, habría que centralizar todo el servicio allí, con las tres áreas encomendadas: Burocracia, seguridad ciudadana e investigación. No tiene sentido tener dos cuarteles en un radio de cinco kilómetros y cuando uno queda cerrado toda la tarde.
-Usted ya salió de la patrulla y ahora ha fundado un nuevo sindicato. ¿Cómo va la cosa y que piden?
-Está creciendo bien en afiliados, aunque tampoco de manera alarmante. La clave es que es solo de la escala básica de la Guardia Civil. Las más numerosas. Queremos acabar con los enchufismos y las puertas giratorias, luchar por la equiparación salarial, la incorporación de la mujer al cuerpo o contra que se nos aplique el código penal militar.
-¿Hay enchufismos?
-Sí. Aunque como en todos los trabajos, supongo. Se dan casos de mandos que premian a guardias civiles porque no les incordian desde la actividad sindical.
-Respecto al código penal militar, ¿esto supone juzgarles dos veces?
-Si, y te pueden condenar a prisión militar por respuestas desatentas a un superior. Conozco a un compañero que acabó en prisión por insultar a un sargento con el que jugaba un partido de fútbol sala.