Un descanso para los salmones que es probable que contribuya a su conservación. La temporada va hasta el 15 de julio y Berrocal tiene esperanza de que a mediados de mayo puedan pisar las riberas. "Cuándo se abrirá, no me atrevo a decirlo", apostilla. Si hay menos días de pesca es posible que se capturen menos salmones, lo que hace esperar un bajo recuento. "Entiendo que los pescadores quieren pescar y disfrutar del río y que puede haber pérdida de dinero en cotos, que no sabemos si se recuperarán", apunta.
La situación actual también obliga a frenar las repoblaciones. La sociedad alargará la vida de las crías en el centro ictiogénico hasta poder realizar las sueltas en los ríos. De ahí que Berrocal advierta de la necesidad de contar con colaboración cuando llegue el momento para poder concentrar las sueltas en menos días.