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El impacto de la crisis sanitaria en el Camino Primitivo

Los pequeños empresarios que viven de los peregrinos, contra las cuerdas

"Llevamos ya dos meses perdidos", alerta el sector en Grado y Salas, donde los caminantes aplazan reservas a septiembre o ya para 2021

Peregrinos en el puente de Peñaflor, en Grado. MIKI LÓPEZ

Por esta época, con el comienzo de la primavera, deberían empezar a "brotar" los peregrinos a su paso por el Camino Primitivo hacia Santiago de Compostela. Una suerte de caminantes que, en los últimos años, han dado impulso al sector comercial y hostelero de los municipios por los que atraviesa la ruta jacobea desde Oviedo (Las Regueras, Grado, Salas, Tineo, Allande y Grandas de Salime) y que ha generado la creación de nuevos proyectos empresariales vinculados a la ruta como el traslado de mochilas o los albergues. Pero la crisis sanitaria del COVID-19 ha dado al traste con el inicio de la temporada de peregrinaciones y el sector vive con incertidumbre el futuro porque los albergues son, en su mayoría, espacios comunes.

"Llevamos ya dos meses perdidos con aplazamientos de reservas o directamente anulaciones, va a ser una temporada muy complicada y estamos a la expectativa de la normativa que se aplique, de momento podrán abrir hoteles y pensiones pero de los albergues no se sabe nada", señala Celestino Morán, de la asociación de empresarios del Camino Primitivo, creada a comienzos de 2020.

Por el momento, los extranjeros, que son el principal grupo que acude al Camino Primitivo, están aplazando al mes de septiembre las reservas y, otros, ya para 2021. De ahí que, los promotores vinculados al colectivo están viviendo la crisis del coronavirus con mucha preocupación y esperan poder remontar con peregrinos regionales y nacionales. Para ello, habrá que esperar a que se permitan los viajes entre provincias. .

"No se da por pérdida la temporada pero tiene muy pocos visos de ser algo interesante", apunta Laureano Víctor García Díaz, presidente de la asociación de "Amigos del Camino de Santiago Astur-Galaico del Interior", quien entiende que será un verano con "peregrinos de proximidad". Y apunta a la gran incógnita para el sector, cómo funcionarán los albergues en caso de apertura ya que muchos son espacios comunes. Si bien es cierto, que la mayoría de los nuevos albergues cuentan con alojamiento privado, que sí está permitida su apertura.

García cree que el Camino Primitivo puede resultar beneficiado por su ubicación geográfica "porque atraviesa zonas de naturaleza y, salvo los primeros concejos, en el resto ha habido muy pocos casos de coronavirus". Lo que puede resultar como un atractivo para los peregrinos que opten por esta vía en su discurrir a Santiago de Compostela.

Es lo que esperan los empresarios vinculados al Camino, la reactivación de las peregrinaciones en condiciones de seguridad e higiene que permitan sortear el palo que se han llevado en el inicio de la temporada. "Nos puede abocar a muchos cierres", dice Morán, "tanto de los que ya estaban como la gente que acaba de abrir, con grandes inversiones detrás porque el Camino iba para arriba". El colectivo trabaja en un documento de propuestas para sumar a las ayudas de las que puedan disponer los empresarios además de las ya anunciadas por la autonomía y el Estado. "En ese sentido, proponemos derivar los fondos europeos "Leader" para sostener el turismo", avanza Morán.

Continuar cuando nos dejen. Es el mantra del sector empresarial del Camino. Y más, entre los que acaban de abrir el negocio como es el caso de Óscar Graña en Salas, con un albergue de categoría superior y con tan sólo un año de actividad. "Tenemos todo parado, las reservas de junio están todas canceladas y no entra ninguna, el peregrino cancela pero otras reservas que tenemos, porque también vienen turistas, las están aplazando a septiembre y octubre", explica Graña. Una situación que los pone al límite, con una gran inversión detrás aún sin amortizar y haciendo frente a todos los gastos fijos.

"Hay mucha incertidumbre porque no sabemos si podremos abrir o cómo lo haremos", comenta Lorena Rodríguez, con un albergue en Grado desde hace dos años. Sobre todo porque la masa principal de peregrinos son extranjeros y todo parece indicar que no llegarán a España en los próximos meses. El sector espera remontar: "No sabemos cómo se va a hacer todavía pero esperamos poder enfocarlo al turismo nacional porque si no vamos a estar más de un año sin ingresos, nos cogió el estado de alarma justo cuando íbamos a iniciar la temporada después de los 5 meses de parón del invierno y esto nos pone en una situación dramática", alega Rodríguez.

La situación en la que deja el COVID-19 al sector del Camino preocupa mucho en los ayuntamientos. "El impacto económico va a ser tremendo y es una pena porque es un sector que estaba empezando a despegar con fuerza, con muchas inversiones detrás y los comerciantes viendo el potencial que tiene", apunta Lorena Cabo, edil de Turismo en Grado. De hecho, en el caso del concejo moscón hay varios expedientes abiertos para otorgar licencia de obra. Cabo entiende que es necesario el apoyo autonómico y del Ministerio de Cultura para poder apoyar económicamente al sector. "El objetivo es relanzarlo, aunque sea con peregrinos nacionales o regionales".

Una tesis que apoya también el edil de Turismo de Salas, Alejandro Bermúdez, quien entiende que es preciso contar con las directrices oficiales de cómo desarrollar la reapertura "para poder intentar sacarlo adelante, el impacto económico se va a notar porque el verano pasado pasaron 5,000 peregrinos, con pasos diarios que gastan en comercios y hostelería". Si bien, ambos concejales creen, al igual que Laureano Víctor García, que la ruralidad del Camino Primitivo será uno de sus puntos fuertes. "Puede ser bueno", añade.

Y así lo espera el sector empresarial del Camino Primitivo, dispuesto a atender todas las medidas de higiene o de reducción de plazas para poder tirar de los negocios, que llevan parados desde el pasado mes de marzo en el que se preveía que iba a ser un año muy bueno, con gran afluencia de peregrinos. "Pasamos del mejor año, 2019, al que será el peor de todos, pero no podemos darlo por perdido, va a ser complicado pero esperamos un protocolo que permita con seguridad poder continuar", concluye García.

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