El detenido en Siero por agredir a su novia es un joven que, en el momento de golpear a la chica -de 23-, tenía 17 años. Los hechos ocurrieron el pasado viernes y el juez ordenó que se le internara durante 6 meses en el centro de menores de Sograndio. Sin embargo, a día de hoy ya ha cumplido la mayoría de edad y cabría la posibilidad de que se optara por enviarlo a prisión.
Los acontecimientos se desarrollaron en la mañana del pasado viernes, primer día festivo de El Carmín. La víctima llegó corriendo a las dependencias de la Policía Local de la plaza Olof Palme, frente a la estación de autobuses, y empezó a aporrear la puerta. De la misma colgaba un cartel indicando que se avisara telefónicamente, por ausencia de agentes en su interior. Finalmente le abrieron. Después llegó su pareja, que trató de entrar en la comisaría, sin éxito, y acabó resquebrajando el cristal de la puerta a patadas. La Policía Local corrió a detenerlo y lo puso a disposición judicial.
El relato de la víctima apunta a que recibió un golpe en la cara, motivo por el que huyó de la presencia de su pareja, seis años menor que ella.
Según explicó el jefe de policía, José Manuel Fernández, tras el Carmín, la joven recibió atención médica in situ, dentro de las dependencias policiales. Ahora pasará a estar tutelada por la unidad de violencia de género del cuerpo, que lleva este tipo de casos.
Por su parte, el agresor deberá permanecer los próximos seis meses en el centro de menores de Sograndio, tras ser juzgado rápidamente, aún sin haber cumplido los 18 años. Aunque también cabría la opción de que el juez decidiese enviarlo a prisión, dada la proximidad de la agresión con el momento en que pasó esa barrera de edad.
Además de conmoción entre los vecinos de Pola de Siero, este nuevo caso de violencia de género ha iniciado una disputa política entre IU y el gobierno municipal socialista. El partido de la oposición denuncia que la falta de agentes es el motivo por el que las dependencias permanecían cerradas y desatendidas.
A esto contestó con dureza el alcalde en funciones, Javier Rodríguez, acusándole de mezquino y subrayando que se había atendido a la joven y detenido al agresor.
