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Escupe a un repartidor en La Fresneda por no poder pagar con tarjeta de crédito

"Calvo de mierda", le gritó el vecino al trabajador en pleno confinamiento al descubrir que este no llevaba datáfono para realizar el pago

Escupe a un repartidor en La Fresneda por no poder pagar con tarjeta de crédito

Un escupitajo a un repartidor puede acabar costándole caro a un vecino de La Fresneda (Siero). El trabajador denunció amenazas y haber sido denigrado, aunque lo que realmente le molestó fue "el lanzamiento de esputo, además, en pleno confinamiento", tal y como explicó ayer a la magistrada del Juzgado número 4 de Siero.

El acusado quería pagar con tarjeta de crédito y, como el portador del envío no llevaba datáfono, habría acabado por perder los nervios, profiriéndole frases como, "calvo de mierda" o "te voy a reventar".

Los hechos ocurrieron en el mes de abril, en la localidad de La Fresneda y fueron juzgados ayer en Pola de Siero. A la vista solo acudió el denunciante. El acusado optó por enviar un largo escrito que el repartidor pudo ojear antes de hacer su breve intervención.

Comenzó su declaración con una declaración de intenciones: "Estoy aquí porque me escupió". Aunque en principio la tipología era de amenazas, este tampoco quiso darles más importancia. "No denuncio porque me llamara 'calvo de mierda' o que me dijera 'te voy a reventar'", puntualizó.

Además, quiso añadir un detalle importante. "Los hechos ocurrieron en pleno confinamiento". Claro, en un contexto de pandemia mundial, en el que toda la población se encontraba encerrada en sus casas, el trabajador encontró especialmente "insultante y preocupante" la reacción del vecino.

Todo sucedió a la puerta de un domicilio de la localidad sierense. "Allí solo estábamos él y yo", explicó el denunciante. Por tanto, sin testigos, se habrían enzarzado en una discusión por la ausencia de un método de pago con tarjeta de crédito. En el cruce de palabras y amenazas, el acusado habría acabado por escupir al repartidor.

En el escrito presentado por el vecino de La Fresneda se negaban parcialmente los hechos, específicamente el escupitajo. Esto molestó al denunciante, que insistió en que esta parte era la que realmente le había molestado.

En ausencia del denunciado, de abogados y de fiscal -al tratarse de un delito privado- la vista fue muy breve y desangelada. Solo estaban él y la magistrada. Una única pregunta y su contestación bastó para dejar el caso visto para sentencia.

La jueza será la encargada de determinar, además de si hay motivos para la condena, que tipos pueden ser aplicables. El de amenazas sería uno por la afirmación "te voy a reventar". La forma de catalogar a nivel penal el escupitajo es más complicada, pero podría ir por un trato denigrante.

También entra en juego el hecho de que el supuesto escupitajo se produjera en plena época de pandemia. Aunque, a priori, solo podría verse agravada la condena si el repartidor hubiera resultado contagiado del coronavirus o si, a sabiendas de padecer la enfermedad, el vecino hubiera lanzado el esputo con intención de transmitírsela.

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