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Iván Posee, con uno de los tejados en miniatura.

La Navidad madruga en Candás

La asociación belenista prepara un diorama, con miles de piezas en miniatura, que espera exponer pese al covid

Faltan todavía dos meses para que se respire el espíritu navideño, pero en Candás ya están trabajando entre placas de porexpan, cola y pintura para que esta Pascua sea lo más parecida a la de otros años. La asociación belenista local lleva semanas preparando un gran diorama que prevén instalar en el hall de entrada al centro polivalente "La Baragaña", un espacio que en otras ocasiones formaba parte de la Ruta de Belenes candasina. Ahora la complicada situación sanitaria por el coronavirus les hace dudar si podrán exponer su trabajo en esa misma localización, pero albergan alguna esperanza de que, al menos, puedan colocar algún tipo de decoración en la entrada del equipamiento municipal.

Iván Posee y Joaquín Fernández están trabajando en la recreación de un espacio urbano de Candás con las viviendas tal y como eran a mediados del siglo pasado. Por ahora, prefieren mantener en secreto de qué zona en concreto de la localidad se trata. Pero dan algunas pistas.

El laborioso trabajo de las manos de los miembros de la asociación belenista de Candás se traduce, por ejemplo, en que han reproducido el tejado de una vivienda colocando alrededor de cinco mil tejas de apenas dos centímetros, una a una.

Más de lo mismo están haciendo estos días para lograr reproducir fielmente tres árboles plataneros. Crearon los troncos aplicando diferentes materiales como papel de aluminio, barro y cola. Luego, de nuevo, un trabajo puntilloso para las hojas: troqueladas, pintadas y, a continuación, a darles la forma deseada para pegarlas una a una a las ramas. Una tarea compleja pero que a ellos les reconforta. "Esperemos que este año nos dejen poner, al menos, el diorama en el centro polivalente porque sino tendremos que dejar todo lo que hicimos en el local y casi no hay espacio", comenta Posee.

Y es que de un año para otro, la gran parte de las construcciones que hacen para la Ruta de Belenes se desechan.

La maestría de los miembros de la asociación belenista de Candás es tal que incluso recrean gaviotas, gorriones y palomas en tamaño mini, pero con toda precisión. En este caso, el encargado de modelar las aves es Iván Posee, un "manitas" que se fija, al igual que su compañero Joaquín Fernández, en cada mínimo elemento de las obras. "Muchas veces el detalle es tal que la gente ni siquiera lo ve, pero nos gusta hacerlo así", señalan.

En cuanto al gran nacimiento que instalan en la iglesia de Candás, que cuenta con efectos especiales de luz y sonido que reproducen el día y la noche, así como el canto de los animales y otros sonidos, están a la espera de que el Arzobispado les permita instalarlo. "Como muy tarde, tenemos que empezar a montarlo a principios de noviembre porque lleva mucho tiempo y somos pocos. El problema es que lo más seguro que no nos dejen, pues en la iglesia no hay nadie para controlar el aforo", razona Joaquín Fernández.

En su caso, este año no hay hecho ningún elemento nuevo para incluir en el Belén de la iglesia de San Félix, por si acaso finalmente no lo pudiesen instalar y evitar el trabajo baldío. "Todos los años cambiamos algo. Pero este estamos esperando a ver qué pasa por toda la crisis sanitaria", concreta Iván Posee.

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